Y por fin llegó el último fin de semana de junio y nos trajo una nueva edición del Azkena Rock Festival, posiblemente el festival rock más importante de los que se celebran en nuestro país. Y como tantas otras cosas en los tiempos que corren, llegaba después de haber sufrido los temibles recortes: menos días, un cartel más modesto y cierta sensación de ir a menos que seguro os suena. Y como en tantas otras cosas, ha sido la gente que tanto quiere a este festival (13.600 personas el viernes y 11.700 el sábado), junto con la indudable calidad del cartel, a pesar de la escasez de grandes nombres, lo que ha salvado esta complicada edición y garantiza el futuro de una propuesta única, como la preciosa ciudad de Vitoria donde se celebra.

Viernes

Después de una dura jornada de trabajo y unas cuantas horas de viaje, llegamos a Vitoria bastante tarde y nos perdimos a una parte de los grupos del primer día, así que por ellos pasaré de puntillas. El festival lo abrió la banda vizcaína Quaoar a las 17:15, seguidos de los franceses The Socks. Después vendrían dos clásicos del rock estatal: Sex Museum y M-Clan (ejem, ejem), y entre medias los tejanos The Sword​, que según todas las referencias dieron un gran concierto con un sonido muy heavy y unos riffs que hicieron disfrutar al personal.

Para cuando llegamos al recinto de Mendizabala, Alberta Cross ya había comenzado su concierto en la carpa del festival. Los londinenses radicados en Nueva York, con su flamante último trabajo “Songs for Patience” bajo el brazo, era uno de los grupos que más expectativas había levantado. La particular voz de Petter Ericson me pareció demasiado aguda, pero la calidad del folk-rock del grupo gusto a un público que sólo les abandonó al final, cuando unos cuervos negros se acercaban al escenario principal, nombrado Kevin Ayers en homenaje al mítico músico inglés, fallecido recientemente.

The Black Crowes volvían a Vitoria después de su concierto de 2009 y nadie quería perdérselo. Buen ambiente, mucha cerveza y todo estaba listo para ver a un grupo 100% Azkena, 100% rock and roll. Desde que sonaron las primeras notas de “Twice as Hard" el público se entregó completamente a estos maestros del rock, que con un frontman de la talla de Chris Robinson y una banda que sigue sonando como los ángeles, hicieron un repaso por todos los hits de su carrera. Sonaron "Remedy", "Soul Singing", "By your side", "Jealous again" o "She talks to angels" y para terminar un bis de “Hard to Handle/Hush” de los que ponen los pelos de punta. Conciertazo de unos The Black Crowes que tienen en el Azkena su casa.

Todo lo contrario les pasa a The Smashing Pumpkins, que como diría mi chica son demasiado "molones" para el Azkena. Desde que la organización anunció a la mítica banda de Billy Corgan me pareció una elección extraña y el resultado fue desigual. El arranque del concierto fue brutal, con auténticos himnos como “Cherub Rock”, “Disarm” o “Tonight, Tonight” y una banda que sonaba muy contundente. A partir de ahí el abuso de temas nuevos empezó a dejar frío al público y el concierto pegó un bajón, con canciones que terminaban en silencio sepulcral, sin aplausos. En la parte final “Ava Adore” o la magnífica “Zero” no fueron suficientes para que el concierto levantara el vuelo, algo a lo que no ayudó dejarse temas como “Today” o "1979" en el tintero.

De vuelta a la carpa nos encontramos con The Sheepdogs, sustitutos en el cartel de Modest Mouse. Algo cansados vimos el concierto desde la distancia, pero los canadienses sonaban fenomenal apoyados en la voz de Ewan Currie y en los estupendos temas de su nuevo disco. Buen concierto con el consiguieron meterse a un público en el bolsillo que acabó pidiendo más.

El final de la jornada corrió a cargo de los suecos Horisont. Riffs setenteros y cierta psicodelia en lo musical, con una voz demasiado aguda, demasiado heavy, que no pegaba muy bien con el resto. Visto lo visto, decidimos que ya era hora de retirarnos a descansar porque todavía nos quedaba un día más de festival por delante.

Sábado

El segundo día del festival comenzó en el tercer escenario ... ¿que no hay un tercer escenario? Sí que lo hay, es Vitoria. Pintxos, txakolís y un buen paseo por el centro de la ciudad, es la mejor forma de comenzar una jornada en el Azkena. La única pega es que se nos hizo tarde y volvimos a perdernos los primeros grupos que actuaron el sábado: Heaven's Basement, Troubled Horse, Los Zigarros y JJ Gray & Mofro​ fueron daños "colaterales".

Cuando llegamos al festival el concierto de Uncle Acid & The Deadbeats ya había comenzado en la carpa. Voces psicodélicas, riffs saturados y muchas referencias a Black Sabbath (no en vano han sido elegidos como teloneros para la gira de reunificación del grupo), Alice Cooper o The Stooges para un cuarteto inglés que dejó buenas sensaciones.

De vuelta al escenario principal nos encontramos con Los Enemigos, todo un clásico del rock estatal. La banda sonó bien y consiguió que parte del público se divirtiéra, aunque por nuestra parte no fuimos participes y lo vimos desde la distancia. ¿Por qué? Porque como dijo una de las personas que me acompañaba con doce Azkenas a sus espaldas, este es un grupo del Derrame Rock.

Después le llego el turno a Gov´t Mule, que a la postre, acabaría siendo el mejor momento del día. Calidad, calidad y calidad es lo que tiene por los cuatro constados Warren Haynes y los fantásticos músicos que le acompañan, así que a pesar de que al principio el sonido no fue del todo bueno, acabaron dando un espectáculo de muchos quilates. Casi una hora de actuación que terminaron con un bis en el que se animaron con una versión del "Love me do" de The Beatles, gran concierto.

Sin movernos del escenario Kevin Ayers, esperamos a que comenzarán The Gaslight Anthem. He de decir que a mi el sonido punk rock tan americano de la banda de New Jersey no me gusta, pero aún así reconozco que dieron un buen concierto, lleno de energía y honestidad a la hora de defender sus temas. El público estuvo algo frío al principio, pero la banda consiguió animar al respetable y completar una actuación notable que también cerraron con una versión, en este caso del "Baba O'Riley" de los Who.

Los siguientes fueron Walking Papers, la banda de Seattle consiguió dejar en anécdota la ausencia de su miembro más conocido el ex bajista de Guns N’ Roses, Duff McKagan, y el trío restante consiguió dar un buen concierto que gusto al público de la carpa. Una presentación en directo de su disco debut que ha cosechado grandes elogios y que contó con la colaboración de ilustres como Mike McCready (Pearl Jam).

El cierre del festival lo pusieron Rocket From The Crypt en el escenario Kevin Ayers con un concierto más bien flojo. La mítica banda, muy valorada por su directo, se vio lastrada por un pobre sonido y sobretodo por la increíble verborrea de su cantate Speedo, que se marcó los discursos más largos que haya visto jamás en un concierto. Al principio te ríes, luego flipas, pero a los cinco minutos de discurso la gente no aguanta más y empiezan los pitos. Aún así, conseguimos bailar y saltar al frenético ritmo de sus canciones y poner el cierre al Azkena 2013 quemando todas las naves.

10/07/2013
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