Eli Daura y Xavi Rosés se encuentran el 2005. Como ambos tocan en grupos (Las Dolores, Epic Kind, Senderos y Coach Station Reunion),no tardan en empezar a componer pequeñas canciones tomando el llamado indiepop inglés y australiano de finales de los 80 como referente principal; grupos como The Go-Betweens, Talulah Gosh, The June Brides, The Field Mice, Pale Fountains, Lilac Time, The Chills o no tan indies como Prefab Sprout, Aztec Camera y Lloyd Cole y también americanos como East River Pipe, Jim Ruiz o Yo La Tengo. Así empieza Fred i Son (Frío y Sueño).
Sus inicios musicales tuvieron mucho que ver con el proyecto Minimúsica, un ciclo de músicas modernas y populares dirigido a niños creado por Nuria Muntaner. Nuria había sido compañera de Elisenda en Las Dolores y les pidió que compusieran algunos temas para el citado proyecto. Pues dicho y hecho. Desde ese momento el grupo siempre ha estado ligado a este interesante proyecto.
El tercer elemento de la ecuación Fred i Son es Xesc Cabot. Xesc era amigo del dúo y es el que les invita a componer también para un público adulto. Escribe el tema “Diu que no sap què vol” que con la música de Xavi se convierte en el primer éxito del grupo. Xesc aparte de las tareas de compositor asumirá también la labor de bajista. Finalmente se incorpora en 2010 Cristian Pallejá para conformar el cuarteto.
Fred i Son son indie-jangle-pop lustroso estilo 1986 mezclado con pop para niños, de la manera menos peyorativa que ambas frases puedan significar.Canciones que le podrías poner a tu hijo de 3 años sin que te diese un ataque de vomitona imperial, temas con los que podrías bailar agarrado a dicho vástago, la piel ligeramente gallinácea y dando brincos de felicidad. Su música –hermosa, simple, tierna como un mazapán– surge de todos esos discos grandiosos que tienen Xavi Rosés y Eli Daura: The Orchids y The Field Mice, Sarah en general, Postcard tuneada por majors como Aztec Camera, el 80s pop colosal de Prefab Sprout, australianos elegantes (The Go-Betweens, por supuesto) y un largo listado de algunos de los discos más bellos de la Tierra.
Sus composiciones dejan sobre la mesa un hábil manejo de la nostalgia, siempre presente pero nunca excesiva. Las canciones de Xavi Rosés, Elisenda Daura, Xesc Cabot y Cristian Pallejà se sitúan en un atractivo punto intermedio entre lo juvenil (la chispa que nunca se apaga) y lo adulto (el peso que van cogiendo). Están compuestas entre las sábanas, viven afectadas por el clima y no desentonarían ambientando paseos junto al mar. Buscan compañía, añoran lo justo y se sirven de las cuatro estaciones para explicar lo que a veces no tiene explicación.
Puede que los catalanes Fred i Son sean el grupo nacional que mejor ha sentido, entendido y llevado a la práctica el pop inglés de la segunda mitad de los ochenta. Al menos, desde los comienzos de Le Mans.
