Poco a poco y buena letra: después de breves pinceladas publicadas en Hypercolour y Suol de lo que podría ser el debut de Aitor Etxebarria, "Slow Dancing in a Burning Room" pone sus cartas sobre la mesa y presenta un trabajo meditado y tranquilo, en el que cada movimiento, cada ritmo y cada instrumento (desde las cuerdas vocales de Biskonti, a los tímidos arreglos de piano o guitarras) están medidos a conciencia. Deep house de autor.