Earl Sweatshirt nació como Thebe Neruda Kgositsile el 24 de febrero de 1994 en Los Ángeles. Hijo de Cheryl Harris, profesora de Leyes en la Universidad de California, y de Keorapetse Kgositsile, un poeta y agitador político de Sudáfrica aficionado al jazz y firme defensor de los derechos de los negros, el futuro rapero creció en un entorno muy rico culturalmente y, sin embargo, desestructurado,desde que su padre abandonara el núcleo familiar para volver a Johannesburgo cuando él apenas tenía seis años.
Lo cierto es que Earl Sweatshirt no tuvo una adolescencia modélica. Pronto se juntó con un grupo de chavales obsesionados con el skate, el rap, las inocentadas burras de la MTV y la comida rápida, que se hacían llamar Odd Future Wolf Gang Kill Them All. Más allá del gamberrismo nihilista del clan, varios de ellos comenzaron a despuntar a través de provocativos vídeos caseros y rimas perversamente magnéticas. Su madre, al escuchar una cinta con 12 canciones (la mixtape Earl, de 2010) en las que su hijo paladea fantasías sobre violar a chicas, asesinatos y drogas con un lenguaje mórbido e incómodo, decidió mandarle a un internado juvenil en Samoa, una isla del Océano Pacífico Sur. Ahí es cuando comienzan a aparecer sombras en su biografía, teorías paranoicas que apuntan a que el rapero en realidad ha caído en las redes de una secta o que permanece en rehabilitación, mientras sus compañeros de Odd Future dejan de ser tratados como una broma macabra de la contracultura yanqui y se convierten en un fenómeno comercial.
Propulsado por esa infalible plataforma de lanzamiento que es Odd Future y siguiendo los pasos de Frank Ocean, el joven rapero Earl Sweatshirt se ha propuesto darle un buen meneo al hip hop contemporáneo. Earl sigue siendo un diamante al que todavía hay que pulir, pero es cierto que cada vez tiene más claro cuáles son sus referentes sonoros (el jazz cósmico vía Sun Ra, ese rap oscuro y tenebroso con bases cortantes y repetitivas, las atmósferas fumetas) y sus intereses líricos (el diálogo introspectivo como vehículo de reafirmación de una personalidad diferente, los pensamientos enfermizos, la provocación, las bromas privadas y las referencias a la cultura basura). Abandona las estridencias de su primeras entregas para exhibir un perfil mucho más profundo y variado en un esfuerzo por sublimar la oscuridad de la urban music con un potencial lírico fuera de lo común.