Nieto de artistas de circo y variedades, hijo de músicos… empezó a vivir la música al mismo tiempo que respirar.Su padre le descubrió bandas como Chicago o The Police y posterior carrera de su líder: Sting… Pero sobre todo le enseñó a entender el jazz de J. Coltraine, The Brecker Brothers, Chick Corea… y cantantes como Frank Sinatra o Ray Charles.
En 2010 probó suerte en el programa francésd “La Nouvelle Star” y con ello llegó su éxito.Rápidamente se hizo muy popular en Francia, se le mediatizó mucho. Quizá demasiado para él. Publicidad, portadas de revistas, entrevistas…estaba viviendo un mundo que jamás había imaginado.Durante un año le ofrecen toda clase de oportunidades para entrar a formar parte del mundo mediático de la TV: realities y otros concursos.También le proponen una carrera musical basada en la imagen que se creó de él.No acepta nada de eso, sabe que no forma parte de su universo ni de su verdad.
La voz de Ramon Mirabet dibuja las canciones como un mosaico gaudiniano para terminar construyendo un conjunto de sentimientos y sensaciones. Una voz rota, pero también dulce y atrevida, forjada en el “Racó de la Calma” de Sitges, en el “Pub Mediterráneo” de Barcelona, en las escaleras de Montmartre en París o en los platós de las principales televisiones. La música de Ramon Mirabet es una mezcla de energía desbocada, melodías de terciopelo hechas para ser escuchadas al oído y pasión por las cosas sencillas y cuidadas al mínimo detalle.
Ramon tiene una historia. Una historia que habla de la vida, del valor, de miedos, de amor, de la gente que encontró y que perdió por el camino… De hacer lo que uno ama pase lo que pase y cueste lo que cueste.
