Formada en el 2009 en Lisboa, la banda portuguesa Paus rompe esquemas desde su poco habitual formación: dos baterías, un bajo y un arsenal de teclados que crean las múltiples texturas de su sonido, que se mueve entre lo experimental y el pop con influencias tropicalistas, psicodelia y ciertos aromas que remiten al pasado hardcore de algunos de sus miembros.