Que el indie nacional empieza a tener sus propias leyendas es algo que saben bien Los Planetas, el más destacado e influyente grupo surgido en España en las últimas dos décadas y una de las células creativas más inquietas del pop contemporáneo. Los granadinos ya han marcado a toda una generación con discos como “Pop”, “Súper 8”, “Una semana en el motor de un autobús” o “Unidad de desplazamiento”.
Hablar, escribir sobre grupos o artistas insignes, representativos, que, gusten más o menos, marcan pequeños hitos en cualquier aspecto de la creación, siempre es una labor complicada. En la música española podrán ser más o menos apreciados pero no se puede obviar la existencia de artistas como Los Brincos, Joan Manuel Serrat, Camarón de la Isla, Mecano o Héroes del Silencio, por hablar de distintos estilos en distintas épocas. O Los Planetas. Amados sin medida, rechazados de la misma forma, supieron concretar con una base de aficionados a la música hastiados de la degradación del pop español de los 80 y proporcionar las mismas sensaciones que estaban causando terremotos en la escena de la música independiente alrededor de todo el mundo. Y cantando en español.