Injustamente eclipsados por otros grupos británicos de mayor presencia mediática como New Order, The Smiths o The Jesus & Mary Chain, Echo & The Bunnymen es una de esas bandas británicas nacidas de las cenizas del punk y, sin duda, una de las bandas más importantes de los 80.
Para finales del '78 Ian McCulloch forma Echo & The Bunnymen y, su antiguo compañero de intrascendentes experimentos musicales, Julian Cope (actualmente solista que se convertiría en casi un héroe "alternativo" para una selecta minoría) hizo lo propio con The Teardrop Explodes.
Ian McCulloch guía a los "hombres conejo" por senderos grises y brillantes a la vez, por lugares de oscura psicodélia, por senderos de frescor pop y luminosas melodías. La guitarra de Will Seargent sería inconfundible, melodías pegadizas y rítmicas que se combinaban con pantanos experimentales de profundidades hipnóticas. El bajo de Les Pattison: una escalera por donde el cuarteto bajaba y subía seguro. La batería de Pete de Freitas: contundente, martilleante y digna de la más sincera reverencia. Y sonaron canciones: Pictures On My Wall, Rescue, Do it Clean; y Echo & The Bunnymen grababa Crocodriles (1980), LP bien recibido por crítica y público.
Al año siguiente editan Heaven Up Here y en el verano de ese mismo año emprenden una gira por EE.UU., Australia y Europa. Para 1983 está en la calle Porcupine: un disco que además de asentarlos y definir por completo su personalidad musical, deja los cortes de The Cutter y The Back of Love.
Ocean Rain (1984) supone un paso adelante hacia la épica en el pop. Se trata del momento más dulce en cuanto a público y ventas, y también el de las composiciones más conocidas: The Killing Moon, Seven Seas y Silver. Grabado a finales de 1983 en París y publicado al año siguiente, con Ocean Rain abandonan el post-punk para crear una obra con la grandiosidad arquitectónica de las grandes catedrales, de sonoridad clásica y despojada de todo el artificio típico de su época. Una majestuosa rodaja tan llena de eco que parece grabada dentro de la gruta submarina que exhibe en su portada. La dramática voz de Ian McCulloch, con poderosas resonancias de Jim Morrison, preside el disco en primer plano, más clara que nunca, respaldada por una orquesta de 53 músicos y elementos inusitados en su repertorio como mandolinas, flautas y masas corales grandiosas, que no grandilocuentes.
En 1987 sale a la venta Echo & The Bunnymen, disco homónimo cuyo gran valor es el single Lips Like Sugar. Por lo demás disco intrascendente a menudo denostado por la propia banda.
McCulloch abandonó la banda a finales de 1988. De Freitas murió en un accidente de motocicleta un año más tarde. Pattinson y Sergeant decidieron continuar conservando el nombre del grupo, reclutaron a Noel Burke para reemplazar a McCulloch en las voces y lanzaron Reverberation en 1990, que no consiguió mucha aceptación ni entre los fans ni entre la crítica. Burke, Sargeant y Pattinson se separaron poco después.
En 1994 McCulloch y Sergeant se reunieron y lanzaron material nuevo como Electrafixion. Cuando se les unió Pattinson, ya reunidos los tres miembros supervivientes de la banda original, recuperaron el nombre de Echo & The Bunnymen. En los siguientes años, además de recopilatorios y grabaciones en vivo en cd y dvd y proyectos paralelos de sus componentes, lanzaron Evergreen (1997) y What Are You Going to Do with Your Life? (1999). Tras la marcha de Pattinson lanzaron Flowers (2001), Siberia (2005) y The Fountain (2009).
