En abril de 2011, siete músicos deciden juntarse en un estudio respondiendo a la llamada de Victor Herrero. Algunos no se conocen entre ellos y otros aunque se conozcan no han tocado en la vida juntos. Víctor (quien junto con su mujer, Josephine Foster, ha liderado ya varios arriesgados proyectos) propone un encuentro de cinco días para grabar lo que allí suceda. Su primer aliado es Israel Marco, líder de la banda Cuchillo. La idea primordial es que no haya ningún trabajo previo de composición. El proceso partirá del segundo aliado, Gamal Seya, maestro de la percusión y conocedor de la polirritmia de distintas partes de África. Gamal guiará a otros tres percusionistas; Liliana de Cristofaro, José Luis Rico y Kike Pierrot (PAL, Remate) en el montaje del ritmo, una vez conseguido se construirá todo lo demás. Completa el cuadro José Luis Herrero, hermano de Víctor, al bajo. Carlos Toronado (PAL, Remate) se ocupará de grabar lo que suceda en su estudio, La Zona Temporalmente Autónoma, en Torrijos (Toledo). En principio no hay más expectativa que vivir la experiencia.
Tras la experiencia vivida en la grabación, Victor Herrero e Israel Marco van dando forma al proyecto hasta que deciden fundar VIVA – en honor al álbum de La Düsseldorf -. El fundamento principal de VIVA es colaborar con distintos músicos en distintas geografías, y registrar lo que suceda durante varios días, sin tener canciones previas ni ideas predefinidas.
En “Tiempo para la cosecha” el punto de partida ha sido la percusión tradicional africana como base. En su próximo viaje contarán con distintos instrumentos y distintos músicos, y se encontrarán en Ibiza.
