Ambientes cristalinos, ciclos obsesivos y ritmos hipnóticos; la música del cuarteto creado en el verano de 2006 se mueve entre el ambient y el kraut, a base de ciclos y repeticiones consiguen transportar al espectador a un peculiar paisaje sonoro, generando atmósferas ruidosas rematadas con momentos más crudos y orgánicos.
Con una maqueta casera sin apenas medios consiguen ser finalistas en el Concurso de Maquetas del Festival Internacional Benicassim Proyecto DEMO 2007, y segundos según la votación del público. Tras un primer EP autoeditado, a principios de 2008 fichan por el sello barcelonés Foehn Records y en septiembre de 2009 aparece su primer disco, ‘Para Entonces Habrás Muerto’, grabado en los estudios La Mina de Raúl Pérez y masterizado por Nathan James en The Vault Mastering Studios de New York.
A partir de aquí buenas críticas por parte de los medios especializados de todo el país como Rockdelux, Go-Mag o Mondo Sonoro y conciertos que los llevan por diversas ciudades de la geografía nacional, o giras junto con otras bandas del mismo sello como Blacanova y Úrsula. Asimismo forman parte del cartel de festivales como el South Pop y el Monkey Week en sus ediciones de 2009 y participan en el ciclo de conciertos de rock de la Universidad de Cádiz.
En Octubre de 2010 se proclaman ganadores del concurso Desencaja, Circuito Joven Pop-Rock de Andalucía, convocado por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) y el Instituto Andaluz de las Artes y las Letras, cuya final se celebra en el festival Monkey Week ’10. Como parte del premio graban 4 temas nuevos en los estudios Eureka, del productor Fernando Vacas, que saldrán editados por la Junta de Andalucía y como parte de un nuevo Ep para Foehn Records titulado ‘Movimiento Estacional’.
En 2012 publican su segundo LP titulado "Voces" (Foehn, 2012), poniémdose en evidencia un claro cambio en la potencia de conmoción del grupo. En la inevitabilidad de esa evocación; en la naturaleza misma de la capacidad para insinuar un trasfondo visual y simbólico; en la habilidad, en suma, de invocar imágenes sin forzar en el oyente la necesidad de cerrar los ojos, Tannhäuser va con "Voces" mucho más lejos de lo que había llegado nunca. Tanto, quizás, que los cortes de "Para entonces habrás muerto", su álbum de debut en el ya lejano 2009, se antojan hoy apenas un tanteo, una mera exploración iniciática del camino por recorrer -decisiva, en cualquier caso, pero ya distante-.
El camino sólo acaba cuando se acaban las fuerzas, el ahínco, la imprescindible voluntad de caminarlo. Para entonces, en efecto, habrás muerto. Pero ese fin, por supuesto, no se vislumbra en este entonces. Bien al contrario, "Voces" certifica, más allá de cualquier adscripción genérica o ligazón estilística, el imponente estado de forma y el calado de la inspiración que hoy se gasta el cuarteto, elementos ambos, una vez más, leídos con encomiable comprensión tras la mesa de mezclas por Raúl Pérez, amo y señor de La Mina.
Tratándose de un grupo, como bien sabe, entregado a la música instrumental –que es, en el fondo, una manera redundante de referirnos a la música-, "Voces", el título, podría entenderse como una broma o muestra de ironía. Yo creo que no: las voces no siempre entonan palabras; por contra, los instrumentos siempre deben hablarnos, decirnos, si quieren cumplir su función.
