Roldán, el proyecto musical de Juan Carlos Roldán, es lo bastante ecléctico y modular como para resistirse a cualquier definición estática, sobre todo si consideramos sus inagotables colaboraciones y camaleónicas formaciones en directo. Y es que el impulso de su trabajo se desarrolla precisamente en el entorno artístico del que proceden la mayoría de sus cómplices en la experimentación sonora: Rafa Martínez del Pozo (La Jr, AA Tigre), Javi Álvarez (Dúo Cobra, Fluzo), Kiev Cuando Nieva, Lorena Álvarez y su Banda Municipal y, en definitiva, todo ese universo endogámico y a la vez expansivo que se engendró en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca y se materializó parcialmente en AA Records.
Su música podría entenderse como la evolución personal de un talentoso ‘one-man-band’ multi-instrumentista, capaz de extraer texturas inverosímiles en la percusión, al contacto con un merecido estilo folk serpentino a la guitarra, y una voz grave y cruda que describe todo un imaginario idiosincrásico de experiencias y derivas laberínticas. Lo interesante de Roldán, sin embargo, es cómo se articulan todos esos elementos: los instrumentos no están al servicio de la canción ni tienen la función de acompañar u ornamentar una línea principal dominante, sino que de forma totalmente ajerárquica y descentralizada, cada uno traza una fuga, un vector o un pliegue que se bifurca libre e independientemente para formar un conjunto heterogéneo y armónico de una complejidad cercana a lo sinfónico, o a lo barroco en una modalidad más espaciada.
Pero no hay nada de lo que asustarse, porque la música de Roldán, aunque se aleje de las estructuras convencionales de la música popular, también se puede tararear. Y, efectivamente, nos reta a ser espectadores –u oyentes- activos para evitar los 'a prioris', lo previsible y repetitivo, la redundancia y lo relamido. De ahí que su anterior álbum, 'El Cantar' (2009, AA Records), requiera de un oyente atento para percibir el descuadre más creativo que se le puede aplicar a un guiño pop artesanal e impostado, siempre con una gran dosis de humor...
En 2012 publican el EP 'Te Tenemos Muy Cerca', formado por cuatro piezas sonoras (llamarlas ‘canciones’ sería mantener una nomenclatura que no las contiene) grabadas y producidas con Rafael Martínez del Pozo y posteriormente arregladas por Javier Álvarez.. Los arreglos del gallego enriquecen el conjunto con interruptores flotantes que van desde la musique concréte al ruidismo vanguardista, y desde la ilustración visual y narrativa propia de las inflexiones del hiphop al break dislocante del DJ.
De ese genuino cóctel emergen la pintoresca ‘La Princesa Y La Ballena’, en cuyos jardines se perciben riffs africanos al encuentro con el dub y lo pre-psicodélico de la ciencia-ficción; o ‘No Huyáis’, un vals de lírica abstracta enmarcado por un cautivador flujo de percusión automática. En la épica y desternillante ‘Aventuras En La Gran Ciudad 2’, la falta de orientación al volante que describe la Lyncheana letra roza la agonía de Scott Walker en ‘Tilt’ -precisamente durante el aullido del ‘¡te tenemos muy cerca!’ que da nombre al EP-, mientras que el tratamiento plástico en las aberraciones de su métrica se superpone a la precisión del compás. ‘Las Belugas’, con sus bellos ritmos bossanova interrumpidos por los desgarros de la guitarra que doblan la voz, y su maravillosa coda al vibráfono es probablemente la referencia más clara a Gastr del Sol o Red Krayola.