Qué ganas de gritar... ¡¡Por fin!! Y es que ha costado mucho, se ha hecho muy largo, pero ya podemos decirlo: la evolución de la pandemia y la consiguiente relajación de las medidas sanitarias está haciendo que, después de un año y medio, podamos ir olvidándonos de los conciertos sentados y pasar a vivirlos de pie y bailando, como tiene que ser.
Hemos vivido una época extraña, cargada de miedo e incertidumbre y con nuestro ocio reducido a la mínima expresión. Con el primer shock en marzo de 2020 llegaron las cancelaciones masivas de festivales, grandes y pequeños, todos aplazados hasta nuevo aviso. Pero el sector de la música en vivo no se rindió, y enseguida empezó a plantear alternativas para que no nos quedáramos huérfanos de conciertos. Llegaron las propuestas online, un sucedáneo de lo que de siempre habíamos conocido, pero que al menos nos ofrecía alternativas para disfrutar de la música en directo desde la reclusión de nuestro hogar. Más tarde se materializaron los primeros eventos presenciales, eso sí, con aforos reducidísimos, restricciones horarias y medidas muy estrictas que nos obligaron a esa cosa tan extraña que es vivir un concierto desde un asiento, sin poder levantarse ni moverse libremente.
Quién nos iba a decir que tendríamos que esperar al otoño de 2021 para ver la luz. Pero por fin comienzan a tener lugar en diferentes puntos del país festivales con el público de pie. Algunos ya celebrados como el murciano Warm Up Days, el Bilbao Live Udazkena, el PortAmérica Origen o el Sonorama Ribera Goes To Ibiza han abierto brecha y nos han ofrecido esas imágenes que llevábamos tanto tiempo esperando, similares a un concierto tal y como tenemos en nuestra memoria. Otros festivales programados para feahc próximas están en la misma línea: Love To Rock (Valencia), Tónal (Valladolid), Sansan Festival (Benicassim) o Granada Sound también plantean medidas que nos invitan a olvidarnos de las malditas sillas. Y si todo va bien, es de esperar que otros eventos sigan este camino, que marca un punto de inflexión para un sector duramente castigado por las restricciones derivadas de la pandemia.

¿Estamos entonces en el camino de vuelta a la normalidad? Todo apunta a que sí, aunque tengamos que mantener la prudencia. Sigue habiendo diferencias con la era pre pandemia, ya que se mantiene el uso obligatorio de mascarilla y en muchos casos se requiere el certificado de vacunación para permitir los accesos. El virus sigue ahí, la situación puede cambiar (lo que supone un infierno para los promotores a la hora de establecer las medidas necesarias en cada momento), pero no cabe duda de que, con las incidencias bajando y el gran porcentaje de población vacunada, entramos en una fase que nos permite vislumbrar, con más motivos que nunca, una vuelta a la vida normal.

Así que ya sabes: coge fuerzas para lo que viene, porque toca volver a bailar ¡Yeah!

11/10/2021
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