¿Estamos entonces en el camino de vuelta a la normalidad? Todo apunta a que sí, aunque tengamos que mantener la prudencia. Sigue habiendo diferencias con la era pre pandemia, ya que se mantiene el uso obligatorio de mascarilla y en muchos casos se requiere el certificado de vacunación para permitir los accesos. El virus sigue ahí, la situación puede cambiar (lo que supone un infierno para los promotores a la hora de establecer las medidas necesarias en cada momento), pero no cabe duda de que, con las incidencias bajando y el gran porcentaje de población vacunada, entramos en una fase que nos permite vislumbrar, con más motivos que nunca, una vuelta a la vida normal.
Así que ya sabes: coge fuerzas para lo que viene, porque toca volver a bailar ¡Yeah!