Eran los días de fiesta, de la resaca del acid house y de las raves, tiempos anteriores a la democratización de la música electrónica y a la invención de etiquetas sofisticadas como intelligent techno. Épocas en las que la endogamia de la cultura dance empujaba al anonimato a sus creadores, los pequeños sellos distribuían sus catálogos gracias al boca a boca y los estilos estaban aún por emerger. De ahí que su primer disco, Orbital , fuera publicado sin título alguno y conocido posteriormente como "El Disco Verde" (ffrr, 91), debido, sencillamente, al color de su portada.
Orbital, o los hermanos Phil y Paul Hartnoll, empezaron con apenas 10 años a aporrear el piano con canciones punk, influidos por The Clash, a la vez que quedaron impresionados con el universo creado por George Lucas en Star Wars. En la década de los 80, y tras una toma de contacto con el hip hop en América, se sumergieron de lleno en las ácidas sesiones en el M25 Orbital Motorway de Londres, de donde posteriormente cogerían su nombre. En 1989 grabaron Chime, todo un signo de su tiempo y su primer éxito. Tras ser fichados por London Records para su filial FFRR en 1991 se publica "El Disco Verde", que incluía los singles Chime, Satan/Belfast y Midnight/Choice", y que constituía un espléndido debút.
Un par de años mas tarde, esta vez con Internal Records, otra subdivisión de London, publicaron "The Brown Album" (Orbital 2) segundo trabajo de los hermanos, que fué incluso mas elogiado por crítica y fans que el primero.
Gracias a el exito de los Hartnoll la música electrónica irrumpe en el mercado, copando los primeros puestos en las listas de lo mejor del año. Se empieza a hablar de géneros que parecen haber salido de la nada, de drum´n´bass, de trip hop o de breakbeat. La revista inglesa NME premia el concierto de Orbital en Glastonbury'95 como la mejor actuación del año con uno de sus BRAT Awards.
La supernova estalló en 1996 con In Sides, obra de arte del grupo. El abanico de sensaciones expresadas en sus composiciones es amplísimo, alcanzando una altísima cota de lirismo en sus cortes. Fue la respuesta a aquellos que afirmaban que la música electrónica era insensible y fría. In Sides incluía el single The Box , que se convierte en una de las mejores canciones del grupo, y que se identificó rápidamente con el concepto banda sonora imaginaria.
Por desgracia,tras el derroche de creatividad de In Sides , el listón quedó muy alto. Sus últimos álbumes The Altogether y Blue Album han sido acusados de no ofrecer nada nuevo, y abusar de una forma ya demasiada utilizada.
Ya desde los inicios de Orbital, sus directos, fueron una de las claves de su éxito. Escapándose de llevarse DAT’s y utilizar medio directo pre-grabado, como tantas otras bandas electrónicas, sus directos son pura improvisación. Héroes de Glastonbury en mas de una ocasión, sus directos siempre garantizan una particular forma de asistir a un concierto. Y eso sin olvidar sus gafas-antorchas alienígenas, que ya son todo un clásico dentro de la escena...
Su vuelta a los escenarios en 2009 tras su separación cinco años atrás, trajo consigo un recopilatorio que intenta resumir los 20 años de este dúo único que ha marcado un antes y un después.