Más de una década azuzando el pop y jugando a construir palacetes cada vez más lujosos y espejados han hecho de Of Montreal uno de los más curiosos y disfrutables artefactos musicales salidos de la órbita del colectivo Elephant 6. Comandados por el hiperactivo Kevin Barnes, acaso uno de los pocos músicos capaces de imaginar como sonaría un cruce perfecto entre los Beach Boys y Prince, los estadounidenses han cambiado de piel tantas veces desde que se dieron a conocer a finales de los noventa con “Cherry Peel” que su discografía se compone de retales de inocente indie pop, alucinógenas excursiones psicodélicas, implantes electrónicos y, en fin, casi cualquier sonido que pase por el cerebro de Barnes.
“False Priest”, traza a la perfección las coordenadas de una banda excesiva, mutante, sexual y con una tremenda puntería para hacer diana en el corazón del pop clásico sin perder de vista el futuro.
