Neoyorquinos de Brooklyn aunque no por eso sumidos en la nueva fiebre experimental que reina en el famoso distrito, Milagres parten de la cara más accesible y melódica de Grizzly Bear para adentrarse en el pop envolvente, atmosférico y dulzón de Coldplay. Todo ello servido entre sintetizadores, guitarras y la personalísima voz del cantante Kylie Wilson.
El quinteto comenzó con el nombre de The Secret Life of Sofia, aunque en 2009 decidieron adoptar un nuevo apelativo y lanzar un EP titulado “Empty Sleeves”, al que le siguió el relanzamiento de su primera producción del 2008 “Seven Summits”.
Su siguiente trabajo, “Glowing Mouth” (2011), refrenda las señas de identidad de la banda: melodías pop decoradas con ornamentos experimentales, voces cautivadoras llenas de falsetes, arreglos delicados y una producción envolvente y generosa en pliegues atmosféricos. El álbum tiene además una historia bastante peculiar, pues sus temas fueron inspirados por el tiempo de forzoso descanso que su principal escritor y cantante, Kyle Wilson, se tuvo que tomar tras haber sufrido un accidente de alpinismo. Superado el accidente, y contando con espaldarazo de la crítica, Milagres se empadrona en ese nuevo pop épico de bella factura y dramas contenidos.
