Biografía

No es que exista tal lucha, pero las tendencias musicales juegan en dos campos: la experimental cuasi épica y la simpleza sucia, agarrotada y urgente. No es que aquí nos mole más una que la otra, pero si un disco simple, rápido y que te entra instantáneamente te conquista será complicado que te quiten de esos trece. Mazes consigue eso: emular a los demonios power-poperos de los ’90 sin dejar de lado ciertos dejes de twee pop de baja fidelidad centrados en el sonido de guitarras bien afiladas y la conquista de la melodía coreable, súper adictiva e híper accesible. Mazes es una banda que recuerda al pop rock y brit pop de los noventa como Blur, The Bluetones..., y que a la vez le encontramos similitudes con bandas más actuales, que pueden ir desde los primeros The Strokes a la contundencia y energía de Wavves en algunas de sus canciones. Gracias a la energía de sus riffs de guitarra, a las eficaces melodías de la banda, la corta duración de sus canciones y a la voz de Jack Cooper, los Mazes consiguen que disfrutemos de cada una de sus canciones.

Tras una serie de mixtapes en cintas de casette, algún que otro splits compartido con colegas de generación (como Male Bonding o Spectrals) el cuarteto de Manchester ficha por FatCat Records y aúlla como es debido: en directo, sin descanso y sonando de un modo tan naturalmente imperfecto que conquista a los más poperos y a los indies desencantados tras el pinchazo del rock bailable. Sus temas beben sin mayor dilación de los grupos de twee y power pop de entre finales de los ’80 y principios de los ’90 como Guided by Voices, Built to Spill o The Go Betweens pero coqueteando también con la rama alternativa de Pavement, la querencia pop-punk de Fountains of Wayne o Scott Matthew, algún deje moderno en la línea de Math and Physics o The Lucksmiths y, atención, bastante deben (aunque Mazes son más sucios) a grupos de instantaneidad comercial como The Rembrandts (los del I’ll Be There for You: banda sonora de la serie Friends).

Lucen palmito tratando de emular en ciertas zonas al David Bowie de Diamond Dogs pero sabiendo que lo primero es lo primero: la rabia, la urgencia y las melodías dobladas perfectamente clavadas. Y eso hacen: cavar un pozo bien profundo hacia terrenos en los que las canciones se sostienen solas, sin mayores florituras ni cambios de acordes (el grueso de las canciones aguantan el tipo con tres o cuatro acordes). Si bien son las canciones donde la urgencia más canibalista se adueña de sus gargantas, también dejan entrever su apertura de miras hacia terrenos donde el DIY se transforma en un ejercicio de experimentación semi-acústica, los medios tiempos o el coqueteo casi grunge. Un futuro más que prometedor en el que se caza de la misma manera con el adolescente saltarín, el revivalero noventero y el pureta que sigue soñando con que Television Personalities volverá a ser lo que nunca fue. Yo compro.

Festivales


Logo FNAC

Top Álbumes


Todos los Festivales.
Un solo Escenario.