Maria Rodés ( Barcelona, 1986) recuerda que le gusta cantar desde pequeña. Su primer contacto académico con la música comenzó en las clases extra escolares de guitarra, piano y canto. Sus primeros escenarios: los festivales del cole y las fiestas mayores de Vilassar y Cabrera de Mar. La sala de ensayos: su habitación de niña, amarilla y azul, siempre desordenada, y con más discos que peluches o muñecas.
Su padre y los profesores de música le insistieron tanto en que cantase, que María por poco lo echa todo a perder. Estuvo casi dos años sin querer estudiar música. “Cosas de la edad del pavo”, recuerda. Hasta que un buen día, un maestro de su instituto en Alella le dijo: “Esto del canto es lo tuyo” y ella abrió los ojos otra vez. Tenía 16 años. Desde entonces, María empezó a tomarse la música en serio. Se encerró en su cuarto, con el micro, la guitarra y el ordenador, empeñada en hacer música y en encontrar por Internet alguna banda que necesitase una voz femenina. Esto último no le llevo a nada concreto, pero “al menos me sirvió para conocer a mucha gente rara”.
En el año 2007, Remi Laurent, un músico francés a quién había conocido viajando por Grecia, la arrastró a París. Se instaló allí seis meses. Por las mañanas estudiaba francés y recibía algunas clases particulares de canto en la escuela Berklee. Por las noches, iba de bar en bar buscando jam sessions donde poder cantar. Le daba tanta vergüenza que hasta le temblaba la mano al coger el micro. Pero lo hizo. París fue un punto de inflexión en su carrera. Tiempo para estar sola y empezar a componer sus primeras canciones con la guitarra. Remi, que a parte de pianista componía sus propias canciones, fue el otro punto clave. “Hasta ahora había conocido instrumentistas, pero no tenía amigos que hiciesen su propia música”.
Ese otoño María regresó a Barcelona con unas cuantas composiciones bajo el brazo que despertaron el interés y admiración entre sus amigos del mundillo musical. El primer disco empezó de la mano del guitarrista Andy Poole. Juntos formaron “Oniric”. Rodés cantaba, él tocaba la guitarra. Su primera maqueta “About Lies” funcionó, y pocos meses después entrarían en los estudios Ultramarinos Costa Brava para grabar su disco de debut, apadrinados por Ramon Rodríguez (The New Raemon, Madee, Cydonia). El debut, “Sin técnica” (Cydonia, 2009), recibió grandes elogios por parte de la prensa gracias a unas sonoridades insólitas, fruto de la experimentación con sonidos cotidianos: (dedos tecleando rítmicamente un ordenador, estornudos, los pájaros cantando a través de la ventana, persianas abriéndose y cerrándose…).
Dos años después, María se lanzó en solitario publicando su primer disco firmado con su propio nombre “Una forma de hablar” (abril 2010) producido por Ricky Falkner y editado bajo el sello discográfico BCore.
En octubre del 2011 Maria estudia un postgrado en Arte Sonoro ofrecido por la Universidad de Barcelona que le permite descubrir nuevas perspectivas sonoras. Influenciada por estos estudios confecciona su segundo disco "Sueño Triangular” (BCore, 2012) , autoproducido por la misma con la ayuda de la guitarrista Maru di Pace ( rreglos musicales y coproducción) y el artista sonoro Lluís Surós (programaciones y coproducción) . Con este manifiesta una voluntad de alejarse de las canciones redondas e intimistas y explora nuevas sonoridades basándose en el contenido de sus sueños.
Actualmente Maria dedica su tiempo a su proyecto musical y asoma la nariz por el mundo de la escritura y la interpretación siempre que puede.