Kiev Cuando Nieva nace a finales de los 90 como espacio en una radio universitaria de la facultad de Bellas Artes de Cuenca. En sus laboratorios de sonido, Javier Aquilué y Antxon Corcuera experimentan posibilidades de epatar la aburrida escena artística local de la época con los medios sonoros disponibles, con el fin de romper el estatus pasivo de la audiencia y con toda la nueva -o vieja- música pop que llegaba a sus oídos.
Kiev Cuando Nieva es uno de esos grupos que hacen canciones de espaldas al resto del mundo. Sin que apenas nadie pueda darse cuenta. Canciones que empezaron a grabar en maquetas hace más diez años. Sus discos están llenos de pequeños sabotajes al sonido, en los que truncan el camino natural de las melodías, encogiendo los acordes con golpes, chirridos, devaneos y silencios que, lejos de funcionar como una mera premisa estética, dan cobijo y respuesta a letras que elevaban la cotidianeidad y sus hechos aislados a una forma distinta (muy suya) de entender la belleza de todo lo que nos rodea. Son canciones con acabados suaves hechas de las partes más pequeñas de la realidad, de su vida. Partes que, en el fondo, son lo mejor del mundo de cada uno.