High Places comenzó como un experimento en colaboración: dos personas con diversos antecedentes artísticos que se unen para combinar sus habilidades, gustos estéticos, y ganas de hacer música. Robert Barber creció escuchando punk y hardcore, y Mary Pearson estudió interpretación y fagot, pero ambos gravitaron hacia un estilo de composición DIY ("do it yourself") y un amor por las capas de sonidos.
Es esta afinidad la que hasta ahora ha definido el dúo, tanto en las ideas como en la instrumentación. Las canciones de High Places tienen una fascinante variedad de capas sonoras: campanas y cantos de pájaros sobre las olas del mar; mazos golpeando tazones sobre efectos de guitarra y percusiones varias; la voz reflexiva de Mary sobre los ritmos caseros de Rob. El resultado es una imaginativa y amplia fusión de sonidos, tan inmediatos como refrescantes.
