Su nombre es Daniel Riveros. Y su música no es complicada de definir: "La música de Gepe es folclor con pop", está anotado en los primeros registros del sello Jacobino Discos desde 2004, año de la aparición de su disco inicial, junto a un pequeño manifiesto en primera persona que vale para todo lo que haría después. "La canción es como una casa. Se construye pero se puede remodelar, y esto siempre a partir de sus cimientos ya establecidos. Voy a elevar el techo, voy a construir un subterráneo, no importa, pues la casa sigue siendo la misma, ubicada en la misma calle y barrio".
Medió un año y medio antes de un segundo disco de larga duración, tiempo suficiente para emprender un giro y encontrar una nueva dupla de acompañantes. Después de tocar en el festival EIMA en enero de 2006 conoció al músico y productor Vicente Sanfuentes, y su trabajo con él y con el bajista Pedro Subercaseaux se oye en Hungría (2007), un disco en el que Gepe no pierde su balance entre música acústica y electrónica, pero sí se inclina más que antes hacia las bases programadas y teclados. Así suenan "Esgrima", "Gracia", "Celosía" y el pop difuminado y ensoñador en "No te mueras tanto", aunque luego aparezca un vals en "357" y más canciones acústicas en "Hebra prima" y "A la vista".
En paralelo, desde la salida de Gepinto el músico empezó a llamar la atención de un público creciente, sumado a su actividad en vivo entre constantes fechas autogestionadas, festivales y conciertos con la folclorista argentina Jacinta Pichimalén en 2005, el grupo francés Holden en 2005 y 2006 o la cantante argentina Juana Molina en 2007. A fines del mismo año participó del Cantores que reflexionan - Sintiendo a Violeta (2007), disco con canciones de Violeta Parra interpretadas por nuevos músicos. Gracias a la aparición de "Namás” en el compilado Panorama neutral (2005), en mayo de 2006 inició además una serie de viajes internacionales que lo han llevado en 2006 a Francia, España, Holanda y Alemania y en 2007 a México (país en que actuó junto a Jorge González), Argentina y otra vez España, donde Gepinto fue editado y reseñado en la influyente revista catalana Rockdelux.