Si hay un festival al que el nombre le viene como anillo al dedo ese es el Paraíso, tanto por organización como por propuesta artística. Otra cosa es que dicha propuesta responda a las expectativas, pero de eso nos ocuparemos después.
Otro aspecto a destacar es la escenografía del recinto (el amplio y bien comunicado complejo deportivo de Cantarranas, perteneciente a la Complutense), con los árboles coloreados por una iluminación sutil que al caer la noche y en combinación con las llamadas “Criaturas del paraíso” creaba un ambiente onírico en las diversas y bien surtidas zonas de descanso. Varias instalaciones repartidas por el entorno hacían más agradables y entretenidos los desplazamientos de un escenario a otro. A destacar una llamada “Dancing Wave”, estructura lumínica que con un giro continuo creaba formas hipnóticas y sugerentes.
La principal diferencia que observamos el sábado en el público respecto al viernes fue un aumento en el nivel de postureo, con bastante gente más pendiente del look y el móvil que de la música. Cuando llegamos estaba acabando el número de Channel Tres en el escenario Paraíso con los bajos saturando inmisericordes. Los problemas de sonido en el escenario grande ya se hicieron notar el año pasado y parece que se han repetido este.
Sintiéndolo mucho nos fuimos a la carpa del escenario Club donde Carista estaba dando una auténtica exhibición de techno elegante gracias a mezclas tan sorprendentes y acertadas como “Rosser” de Steffi & Dexter con “This is America” de Childish Gambino, uno de los momentazos de la sesión. Como también lo fue “Sume Sigh Sey” de House of Gypsies, con todo el público entregadísimo.
Una de las sensaciones del momento nos esperaba en la cúpula del Club, Peggy Gou. Sin embargo, no nos enganchó su habitual comienzo techno, menos vistoso que el de Carista, ni su progresión a estilos más accesibles y escasamente arriesgados. Breve visita al escenario Manifesto para ver a Millos Kaiser (ex-Selvagem) pinchando el clásico de Fernanda Abreu “Space sound to dance” y nos acercamos al nuevo escenario Nido, dedicado a la escena local, dado que en el principal Mount Kimbie tenían problemas técnicos que retrasaron su actuación. Acierto total porque disfrutamos de una muy buena sesión con vinilos de F-on, plena de buen gusto y deep house. Sonaron “The Drum” (de Mr. V), “Chunky” (de Format:B),”Dear Breeze” (de Carola Pisaturo & Anthony), “Unathi” (de Hom), “One of a kind” (de Omar S) entre otros temas muy bien escogidos. Le sustituyó DJF al que por resultar mucho más plano en sus comienzos, no le dimos demasiado recorrido. En este tipo de festivales, hay ventajas como tener una oferta muy amplia donde escoger y desventajas como no poder abarcarlo todo, así que quizá no tuvimos paciencia para ver cómo evolucionaba su sesión.
Así nos despedimos de la segunda edición del Paraíso Festival, en la que echamos en falta riesgo y atrevimiento por parte de algunos de los nombres más destacados del cartel. En cualquier caso, y arriesgándonos a ser repetitivos, volveremos en futuras ediciones, ya que siempre hay alguna actuación que nos deja boquiabiertos y la organización y su producción es de lo mejorcito que hay en el panorama nacional por lo cómodo que resulta el festival en sí y el buen ambiente que se respira.
Texto: Bea Pazos y Enkilking
Fotos: Bea Pazos