A cámara lenta, con el pentagrama avanzando entre paisajes desolados, guitarras calcinadas y ritmos hechos trizas, Stephen Immerwahr, John Engle y Chris Brokaw se despidieron de los ochenta rebajando un poco más las revoluciones del rock y dándole una nueva vuelta de tuerca a las visiones narcóticas de Galaxie 500. Fue, en cierto sentido, el nacimiento del slowcore y la irrupución de una nueva manera de administrar la tensión que se filtró, gota a gota, en trabajos como "Frigid Stars" y "The White Birch".
Su llama se extinguió pronto, poco después de que Brokaw abandonase el grupo para dedicarse por completo a Come, pero su huella sigue bien presente, dejando bien alto el listón de la emoción contenida y espinada. Desaparecidos desde mediados de los noventa, la banda fue reclutada por Mogwai para el festival "I'll Be Your Mirror", paso previo a su reencarnación en el San Miguel Primavera Sound.
