Son de Bolonia, pero su sonido remite directamente tanto a las brumas del pop oscuro de los ochenta como a los vapores del C-86, ingredientes que se mezclan en manos de este sexteto italiano hasta dar forma a artefactos como “Hey There Stranger”, EP en el que las turbulencias de Joy Division se ven apaciaguadas por inyecciones melódicas como servidas por unos The Pains Of Being Pure At Heart sin tanta distorsión.