Clark, antes conocido como Chris Clark, se ha convertido con el tiempo en uno de los productores más efectivos provenientes de la segunda línea de parrilla del sello Warp. Si bien es cierto que durante el pasado estuvo a la sobra de sus compañeros de escudería, todos ellos más ilustres, no es menos cierto que ahora les ha tomado por fin la delantera. Desde aquel “Clarence Park” de 2001 ha estado editando música de manera constante, música que suponía un desafío tanto para sus oyentes como para sí mismo. Este productor oriundo de Bristol se ha empapado de toda la oscuridad que ha ido respirando durante su juventud en tan sombría ciudad para conformar una paleta electrónica que se ha ido endureciendo y retorciendo con el tiempo tal y como ya quedó latente es Turning dragon (Warp, 2008). Referencia de la IDM más abstracta y polirrítmica, sus primeros trabajos demostraban que jugaba en la liga de Aphex Twin y acólitos.
“Iradelphic” (Warp, 2012) apunta a ser su trabajo más exitoso en todo este tiempo, aunque sólo sea porque es el menos difícil a un nivel formal. Sólo hay dos cortes que se vayan más allá de los cuatro minutos, y ninguno sobrepasa los cinco. Para un artista que siempre había tenido fama de frío, “Iradelphic” representa algo así como una subida de temperatura.
En Septiembre de 2012 publica un nuevo ep titulado Fantasm Planes.
