Biografía

Robert Allen Zimmerman, Bob Dylan decidió emigrar desde la tierra de los diez mil lagos (Duluth, Minnesota) que le vio nacer, dispuesto a sacar pólvora del inmenso legado la cultura folk norteamericana. Canciones folk, que para él, eran su ‘modo de explorar el Universo, eran estampas y, como tales, eran mucho más valiosas que cualquier cosa que se me ocurriese decir.

Muchas de sus primeras canciones alcanzaron al público en general mediante versiones realizadas por otros intérpretes, tales como Joan Baez, quien se convirtió en la protectora de Dylan así como en su posterior amante. Baez fue determinante a la hora de elevar a Dylan a la popularidad nacional e internacional con numerosas versiones de sus canciones y al invitarle frecuentemente a sus propios conciertos.

Canción protesta y de disidencia "Woody Guthrie", poesía modernista "Archibald MacLeish" y la técnica guitarrística de Lonnie Johnson conformaron el bagaje con el que el joven Dylan empezó a andar y que se mantendría, más o menos, inamovible hasta la publicación de su quinto álbum ‘Bringing it All Back Home’ (1965).

Aunque los laureles se los han llevado ‘Highway 61 Revisited’ y ‘Blonde On Blonde’, ‘Bringing It All Back Home’ es el disco que abrió la caja de los truenos, mostrando por primera vez a un Dylan dispuesto a cambiar su sonido. Impresionado por la versión eléctrica de ‘Mr. Tambourine Man’ que The Byrds habían entregado con su álbum de debut, Dylan amante del blues eléctrico y el rock ´n´ roll- decide dar nuevos aires a sus canciones electrificándolas.

Su radical cambio fue puesto en escena por primera vez en el festival de folk de Newport gestionado por Pete Seeger y con Joe Boyd ocupándose de la producción. Dylan que era una de las principales atracciones de la edición de 1965; Salió a escena acompañado por la banda de Mike Bloomfield y Al Kooper e interpretando tan alto como sus amplis daban de sí ‘Maggie´s Farm’. La actuación provocó controversias de todo tipo de manera inmediata. El mismo Seeger quiso cortar los cables de la mesa de sonido. Después de aquel episodio nada volvió a ser igual, ni para Dylan, ni para la música en general.

Confirmando su famoso ‘The Times They Are A-Changin´’, Bob Dylan enaltece su máxima con ‘Highway 61 Revisited’, continuador de la electrificación esbozada en ‘Bringing It All Back Home’ y deshaciéndose de un plumazo de toda la facción de folkies ortodoxos que acaban de abuchear su propuesta eléctrica en el Festival Newport de ese mismo 1965.

Después vinieron ‘Blonde on Blonde’, ‘John Wesley Harding’ y ‘Nashville Skyline’, álbumes que cerraron el círculo, la década y la parte más importante del legado de un músico irrepetible.

Ya en la década de los 70, Dylan vuelve por sus fueros con otros dos clásicos de su discografía, ‘Blood on the Tracks’ (1975) y ‘Desire’ (1976), trabajos que volvieron a elevar el listón a cotas inalcanzables.

Participa en el Festival de Isla Of Wight totalmente vestido de blanco, comportándose como una estrella pomposa y emperifollada, hasta el punto de que los hippies le erigen una polémica cruz de piedra para enterrar al mito decadente. Graba el álbum 'New Morning' y un single político: "George Jackson". El mito se aviva en 1971, cuando Dylan participa como principal estrella en el concierto de beneficencia para Bangladesh en el Madison Square Garden de Nueva York, organizado por George Harrison y canta "Mr. Tambourine Man", "Blowin' in the Wind", "Just Like A Woman" y "A Hard Rain's A-Gonna Fall".

A continuación viene un período de reflexión en el que Dylan le pide al director de cine Sam Peckinpah un papel en la película 'Pat Garrett and Billy the Kid'. Su participación como actor se limita a un papel insignificante en el rol de un misterioso personaje de nombre Alias, pero es la banda sonora de la película, compuesta por el propio Dylan, la que llega a ser memorable. "Knocking on Heaven's Door" se convertirá en una de las canciones más reconocidas de su repertorio.

El segundo gran evento de ese año (78) para Dylan es una comprometida gira mundial con un nuevo elenco de músicos invitados. En estos conciertos promociona su álbum en proyecto 'Street Legal'. Un nuevo período se perfila en la vida artística y humana de Bob Dylan. Esta vez se trata de una transformación religiosa del cantautor, judío de nacimiento, que encuentra nuevos motivos de fe en el cristianismo. Este cambio va acompañado de una serie de discos intensos, de difícil comprensión inmediata.

Tres años de trabajo intenso en estudios producen otros tantos discos que forman el esqueleto del Dylan de los 80: 'Slow Train Coming' (1979), 'Saved' (1980) y 'Shot of love' (1981), discos con cadencias de música gospel. En 'Slow Train Coming' Dylan le pide a Mark Knopfler, de 'Dire Straits', que colabore en él, fascinado por la forma de tocar del guitarrista inglés. 'Slow Train Coming' logra de nuevo alcanzar la cima de las listas americanas y europeas. El disco 'Saved' está entre los trabajos más dramáticos y tensos de Dylan y descubre una cara completamente desconocida del cantante. 'Shot of Love' devuelve al cantautor a terrenos más conocidos y cuenta, además, con la participación especial de Ron Wood y Ringo Starr en el tema "Heart of Mine".

Después de su época religiosa, Dylan vuelve a una visión más laica de la canción e inicia un camino de gran actividad con el álbum 'Infidels', que contiene la bellísima "Jokerman". En 1984 publica su disco 'Real Live', con nuevos arreglos de viejos éxitos, como "Highway 61 revisited", "Maggie's Farm", "Masters of War" y "Tombstone Blues", en el que interviene también Carlos Santana.

El compromiso social del mundo de la música anglosajona encuentra su máxima expresión en 1985 con la canción "We Are the World", en cuya grabación participa Dylan. Algunos meses después toma parte en el comité promotor de Farm Aid, la manifestación musical organizada para recaudar fondos para las comunidades rurales de los Estados Unidos. El 13 de julio de 1985, Dylan participa en el Festival pro-Etiopía Live Aid. Acompañado a las guitarras por Keith Richards y Ron Wood de los Rolling Stones, Dylan canta en el J.F. Kennedy Stadium de Filadelfia "Blowin' in the Wind". También en 1985, vuelve a los estudios para grabar el álbum Empire Burlesque.

Durante los 80 y los 90, quizá Dylan publicase algunos de sus peores discos, pero en los últimos años, y después de tener un grave problema de salud, su carrera vuelve a estar en un gran estado de forma. Ha conseguido un Oscar por la canción "Things Have Changed" de la banda sonora de la película Jóvenes prodigiosos y ha publicado los que probablemente estén entre sus mejores álbumes recientes: 'Time Out of Mind' (1997) y 'Love and Theft' (2001), además de participar como guionista y autor de la música del largometraje Masked And Anonymous (2003), de la cual, sin entrar a valorar la calidad cinematográfica de la cinta, se puede decir que incluye versiones de algunos de sus temas clásicos y canciones nuevas, además de versiones tradicionales grabadas por él por primera vez para la ocasión.

Por otro lado, con motivo del estreno de la película de Martin Scorsese 'No Direction Home' ​(2005) y el álbum 'Bootleg Series, Vol. 7', (2005) que contiene la banda sonora de la película.

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