Si se mete en una coctelera el cancionero de los Dubliners, bastante misticismo carlista decimonónico, independentismo navarro, incredulidad y vehemencia ante la doctrina clásica del nacionalismo vasco, alcoholismo, odio africano ante la ex-política cultural del PNV, desprecio absoluto a la constitución española, conciertos llenos de músicos colocados a la manera de los jefferson airplane en el 67 y alguna cosica más , ya tenemos a los BIZARDUNAK.
Los nueve barbudos navarros, con miembros de Atom Rhumba, Green Manalishi o los míticos Mermaid, van a la yugular desde un inicio. Y lo hacen con sus revisiones de temas irlandeses clásicos como el “Wild Rover” convertido en “Nafarroa gure aberria”, el “Hot asphalt” transformado en “Nazi de fresa” o el “Galway Rose” que pasa a ser “Yo luche” y tiene el orgullo y la garra que The Clash insuflaron al “I fought the law”. Además de a los Pogues, tenemos todo el punk, algo de folk euskaldun y también a The Dublinners. Al igual que los Pogues en su primer disco también componen temas propios y se han convertido en momentos claves de sus conciertos como lo fueron “Shane McGowan’s Basque Paddys” o “Carta a un agote despistado”. Las músicas se las reparten Iñigo Cabezafuego (Atom Rhumba, Royal Canal, Mermaid) y Txetxu Brainloster (Green Manalishi, Mermaid) y las letras suelen ser de Jose Mari, uno de los 5 cantantes que berrean sin tregua. Otro de sus puntazos son sus desprejuiciadas letras que no dejan títere con cabeza y atacan a todo lo más sagrado: el Estatuto, la Constitución, el Athletic, Patxi López, los grandes sindicatos o el capitalismo exagerado. Con su slogan de Marxismo (que también podría ser Bakunismo), spedd, bocatas de txistorra y misoginia, queda claro que tampoco les falta el sentido de humor más descarado y provocativo.