The Teenagers, como se les conoce en el circuito soul estatal, son música soul, son actitud visceral, auténtica y creíble en un mundo, el de los grupos más o menos actuales, en los que la pose es a menudo más importante que el criterio musical o la calidad.
La publicación, a principios de 2008, del siete pulgadas "Waiting For The First Bus In The Morning" (Al Supersonic & The Teenagers - I Don't Know (Where Is My Girl?) / Mess Around -Rock On Music) precedió a su primer largo "Not Too Young" un vinilo trabajado en Madrid bajo el auspicio del productor Carlo Coupé y editado en el sello alemán Unique Records.
Desde que se formaron tuvieron claro de dónde venían sus influencias y hacia dónde se dirige su mirada, antes que nada, el Soul negro americano de los años 60 y 70. Su abanico musical y gustos musicales personales van mucho más lejos, se pasean por lo jamaicano o las raíces del soul y rhythm'n´blues y todo el desarrollo posterior de la música negra americana, pero los Teenagers son SOUL en mayúsculas. Lo llevan en las venas, y saben mantener el respeto a la fuente de su inspiración. Cuando les preguntan qué clase de banda son ellos contestan: "Nosotros no somos ni hacemos soul, el soul nos hace a nosotros"
Han acompañado a figuras legendarias de los 60s como Dean Parrish, Tommy Hunt o PP Arnold , han teloneado a (From) The Jam, y su primer single se agotó a las pocas semanas de aparecer. Sus canciones se benefician de años de pasión devorando la música que les gusta, estribillos y arreglos brillantes y mucha alma de la de verdad.
Son elegantes y tienen a la vez esa actitud de la calle, de saber estar, de entender el lenguaje de la música negra. La arrolladora garganta de Al, tan rugiente, matizada y fogosa, se crece con el suplemento suntuoso de una formación donde el hammond con brillantina, la exquisita base rítmica de Javi Frías y Gustavo Fernández, y la honesta dupla de metales de Mac Manaman y Juan Almendros.
Al Supersonic & The Teenagers avivan la esencia de la Motown, los clásicos de la Atlantic y el rare soul. Nos traen a la memoria el recuerdo de bandas con similares historias, como Housemartins, y el de los jóvenes, que como ellos, viven para la mejor música del mundo.