Wilco es una banda de rock alternativo procedente de Chicago (Estados Unidos), nacida en 1993 de las cenizas de otro grupo mítico de alt country, Uncle Tupelo. A lo largo de su historia, la formación ha sufrido diversos cambios, con solo el vocalista/compositor Jeff Tweedy y el bajista John Stirratt como miembros fijos. Desde principios de 2004, el resto de la banda la componen el guitarrista Nels Cline, los multiinstrumentistas Pat Sansone y Mikael Jorgensen y el batería Glenn Kotche.
El sexteto de Chicago es considerado como una de las referencias básicas de la escena alternativa mundial. Con el tiempo la banda ha desarrollado un sonido distintivo, mezcla de alt-country, americana y neofolk, deudor de viejas tradiciones perfectamente conjugadas con un toque de experimentación. Álbum tras álbum, Jeff Tweedy ha ido constatando sus grandes dotes como compositor e intérprete, demostrando además que sabe rodearse de los mejores músicos para engrandecer su obra. Todo esto convierte a Wilco en uno de las mejores bandas de rock que se pueden ver actualmente sobre un escenario.
Cuando iniciaron su andadura, la pretensión del grupo seguía siendo hacer música de raíz americana. Su disco de debut "A.M." (1995) mantenía, de hecho, las credenciales de su anterior formación y seguía pegado al country alternativo del cual habían sido abanderados. Tras ese primer disco desafiaron a sus seguidores con "Being There"(1996), un disco doble que combina la tensión del rock, la melodía del pop y el aroma del country, en el que ya dejan entrever cierta ruptura con el pasado.
Pero es en "Summerteeth" (1999) donde se produce el primer gran punto de inflexión en su música, con el pop se adueñándose de todos y cada uno de los surcos del disco, ante el retroceso de las guitarras y la proliferación exuberante de teclados y melodías brillantes. El álbum también significó un nuevo enfoque en la creación de sonidos de estudio añadidos como efectos a la grabación en vivo. La fascinación por estos sonidos crecería en el siguiente disco del grupo “Yankee Hotel Foxtrot” (2002), sin duda una de las obras cumbre de los de Chicago. Un álbum que mezcla tradición rock, electrónica, ritmos estrafalarios y gestos experimentales, y cuya atrevida factura tuvo importantes consecuencias: problemas en el seno de la banda y ruptura con su discográfica, que solicitaba un trabajo más accesible. Tras hacerse con los derechos de publicación del disco, Wilco optaron por sacarlo a la luz mediante descarga por internet. De modo impensable, “Yankee Hotel Foxtrot” rápidamente recabó adeptos, catapultando a Wilco hacia el culto masivo.
Ya encumbrados por toda la comunidad indie, en 2004 regresan con “A Ghost Is Born”. Además de ser un éxito a nivel de crítica, el álbum ganó dos premios Grammy, y se convirtió en el mayor éxito de ventas obtenido por la banda hasta la fecha. Haciendo frente a unas expectativas cada vez más altas, en 2007 presentan “Sky Blue Sky”, con el que se alejan de la visceralidad de sus dos últimos álbumes, adoptando tiempos más tranquilos. Con “Wilco (The Album)” (2009), la banda recupera el brío y la accesibilidad de los primeros discos, entregando una vez más un trabajo sobresaliente que les confirma como uno de los nombres imprescindibles del momento.
“The Whole Love” (2011), su octavo trabajo de estudio, no viene sino a reafirmar que los de Chicago son todo un seguro en cuanto a calidad y regularidad. A estas alturas ni son el grupo de moda ni son clásicos, sino todo lo contrario. Como demuestra el hecho de que se hayan autoproducido el álbum y, sobre todo, que lo hayan publicado a través de su propio sello discográfico (dBpm Records), son una banda que ha alcanzado tal estatus en la música actual que su única referencia solo pueden ser ellos mismos.