La organización del SummerFun Laredo, cuya séptima y -ahora sabemos- última edición se celebraba los pasados días 3 y 4 de agosto, anunciaban hace apenas unas horas mediante una dramática, amarga e iracunda entrada de blog los motivos por los que no habrá continuidad para su proyecto.
Han sido meses de tira y afloja entre vecinos y organización, un baile de ubicaciones para un evento que parecía molestar en cada una de ellas. Tras las crecientes quejas y tensiones, el pasado 16 de Julio, SummerFun trataba de calmar las aguas en el pequeño municipio cántabro dirigiendo una "Carta abierta a los vecinos de Laredo" en la que se les pedía compresión en los siguientes términos:
"...compréndannos. Intenten dejar los prejuicios a un lado y sean capaces de ver los beneficios que el SummerFun puede llegar a generar –y ya genera- en nuestro pueblo. Es fácil mantenerse en lo que uno piensa, oye o cree pero eso no nos hace avanzar a ninguno de nosotros. El SummerFun siempre se ha presentado como una alternativa cultural y de ocio, que nunca ha podido llegar a expandirse en todas las facetas que hemos soñado, eventos musicales y de diversión para jóvenes y mayores, el acercamiento de la cultura electrónica a toda la población, por falta de apoyo y comprensión."
Por su parte, los vecinos del barrio de La Pesquera, que residen en las inmediaciones del polígono industrial donde se celebró finalmente el festival, iniciaban una recogida de firmas a través de la plataforma charge.org en la que solicitaban al Consistorio que realizase una consulta a los vecinos de Laredo:
"Este año ante la coincidencia con otro evento paralelo de hípica en los aledaños del que hasta ahora había sido el emplazamiento del evento, se planteó inicialmente ubicar dicho festival en la zona próxima al Ensanche, lugar de veraneo de muchas personas por otro lado. Los vecinos de dicho barrio decidieron movilizarse para evitar que este evento se celebrara ahí. Curioso cuanto menos que un evento de esta índole del que se suele decir que aporta más que resta al municipio, no lo quiera nadie cerca de sus residencias. Ante ésto el Ayuntamiento de Laredo decidió de manera unilateral volver a ubicarlo en el polígono del Bº La Pesquera, eso sí, sin consulta alguna de nuevo a los vecinos que aquí residimos durante todo el año."
Hace unas horas, tal y como comentábamos, uno de los miembros de la organización explicaba el motivo del final del festival hablando metafóricamente de la muerte de su hijo...
"Yo un día tuve un hijo. Fue un parto complicado, doloroso y al que asistimos un amplio número de personas. Cuando comenzaba a caminar murió. Me corrijo: lo mataron. Ellos con su ignorancia. Estos con sus prejuicios. Aquellos con su desidia. Todos juntos con sus palabras y acciones. Haciendo honor a la verdad, tal vez nosotros también clavamos un puñal al dejarlos convertir en lo que ellos quisieron a nuestro hijo.(...) Durante este proceso de siete años nuestro hijo creció. Yo también con él. Comencé la aventura de parir a los veinte años y tal vez fui una ingenua. Pensé que cuando uno tiene ilusión, trabaja y sobre todo lucha por lo que quiere, no hay nada que no se pueda derribar. Me equivoqué. Fui de las primeras que gritó "mátalo" y apretó la soga sin mirar atrás. Necesitaba deshacerme de este hijo mío que tanto habían odiado y maltratado. No sabéis la de veces que me he arrepentido de hacerlo nacer. Qué terrible destino el suyo, el mío, el nuestro."
Como cantaban El Niño Gusano... es el final del cuento, el más triste final de un cuento. Vecinos enfrentados a vecinos y un evento musical menos en nuestro calendario. Hasta siempre, amigos de SummerFun Laredo.