Quimi Portet nació en la pintoresca ciudad de Vic (provincia de Barcelona). A los siete años, y después de tomar la Primera Comunión mediante el vistosísimo rito católico, en una ceremonia multitudinaria en la que un cura al que le faltaba una oreja administró la sagrada forma a alrededor de noventa pequeños bípedos cerca de la plaza Tetuán; nuestro hombrecito debutó tocando la guitarra en una fiesta familiar, y a los diez años ingresó en una tuna escolar. Quería ser “guitarrista de un grupo”, y su determinación eran tan firme que si hacía falta hasta se aprendería “Clavelitos”.
En 1979 creó el grupo “The Dumpers”, una poderosa banda de hard rock catalán “avant la lettre” de la que también formaba parte el excelente vocalista australiano Rodney Reay, Josep Simón y Quim Soler. En 1980, Quimi formó Kul de Mandril, un trío integrado por Lluís “Noris” Marín, Quim Vilaplana y él mismo, que actuó entre los años 80 y 81.
Durante todo este tiempo, Quimi sobrevivió económicante trabajando de soldador, recogiendo patatas, dirigiendo el esperpéntico programa de Osona Ràdio “Manos Arriba”, o repartiendo toallas en una furgoneta.
En 1981 conoció a Manolo García y Antonio Fidel y se incorporó como guitarrista a “Los Rápidos”: grupo que ya contaba con el inspiradísimo guitarrista Josep Lluís Pérez y con el colosal bateria Lluís Visiers. A pesar de las buenas críticas y de tener un puñado de fieles seguidores, la verdad es que la economía de Los Rápidos no funcionaba. Después de intentar sin éxito grabar un segundo disco, se les acabó la paciencia, y Los Rápidos decidieron disolverse.
Entonces, Quimi Portet y Antonio Fidel, junto con el batería Jordi Vila, comenzaron a escribir canciones como “Los Burros”. Al poco, Manolo ocupó el lugar del cantante, y “Los Burros” se convirtieron en “El último de la Fila”, que duro hasta 1996.
En1996 acabó la última gira de “El último de la Fila”, y portet grabó “Hoquei sobre pedres”, publicado a finales de septiembre de 1997. El disco fue muy bien recibido y valorado por la crítica (y por sus admiradores, sus detractores y unas señoras que pasaban por allí). En mayo de 1999, Portet publica “Cançoner electromagnètic”, su tercer disco que es, en cierta manera, el primero de su carrera en solitario, pues ahora ya no existe “El último de la Fila”, y por tanto, tampoco hay ya proyectos parelelos. Quimi Portet compone todos los temas, graba, produce y mezcla el disco, pone la voz y también toca todos los instrumentos. En el disco hay quince canciones y un tema instrumental. El “Cançoner...” recibió diversos premios y dejó muy claro que la carrera en solitario de Portet no era un simple “divertimento”.
En 2001 aparece “Acadèmia dels somnis”, un disco con el que, después de la experimentación de “Cançoner electromagnètic”, profundiza en un relativo clasicismo formal sin renunciar al sello original e incondufible de sus composiciones.
Durante estos últimos años, Quimi produce los tres discos en solitario de Adrià Puntí (“Pepa la llarga”, “L’hora del pati” i “Maria”);
