Corren malos tiempos para la lírica. Al menos en este país. La subida del impuesto del valor añadido (IVA) sobre el precio de las entradas a festivales musicales y conciertos del 8% al 21% es la espada de Damocles colgando sobre un sector históricamente maltratado. La pérdida de competitividad respecto a otros países comunitarios -que pagan de media un 7% y pueden por tanto ofrecer entradas más baratas y pagar más a las bandas- coloca a nuestra industria en una situación crítica.
Mientras algunos festivales han plantado cara a la medida manteniendo los precios y asumiendo las pérdidas, otros tantos se ven abocados a cancelar las ediciones de este año (Rock Coast festival, ManchaPop, On The Sea, Fresh Weekend) o, en el peor de los casos, al cierre definitivo (2+2 Festival de Interior). Además, el Faraday ya ha anunciado que la edición del 2013 será la última. Y mucho nos tememos que la caída de naipes tan solo acabe de empezar... El pasado Jueves, Gabi Ruiz, cabeza visible de la dirección del Primavera Sound, publicaba una entrada de blog en la que anunciaba la intención de llevarse al hermano pequeño, el Primavera Club, a “otras ciudades más receptivas dónde podamos programar sin la presión de lo extraordinario”. Y es que este festival ha sido uno de los más maltratados de este año: no tenían bastante con la subida del iva, para que encima les obligasen primero a reubicar gran parte del festival y después a reducir el aforo de 800 a 100 personas para los conciertos de la Nave de Terneras, uno de los tres espacios del complejo cultural Matadero Madrid que finalmente han usado.
La de Gabi Ruiz no es la única voz de alarma. Al manifiesto firmado el pasado mes de julio por diversos medios musicales escritos y electrónicos, en el cual se pedía a los lectores coherencia y actuar “conforme a tu conciencia desde hoy mismo respecto a todo lo que está ocurriendo a tu alrededor”, seguía en octubre una rueda de prensa de diversas organizaciones empresariales del ocio nocturno y locales de música en directo junto con los principales festivales musicales y medios especializados. El principal objetivo de la comparecencia fue “reclamar la aplicación inmediata del IVA turístico, con el tipo reducido del 10%, al ocio nocturno y a los espectáculos en igualdad de condiciones que el resto de subsectores turísticos, como la hostelería, los bares, restaurantes y los hoteles.”
Las cifras: Se estima que la subida del IVA del 8 al 21% puede provocar el cierre de más de 3.000 empresas relacionadas directa o indirectamente con la música (salas, sellos discográficos, artistas, promotores, festivales, medios especializados) y el despido de 20.000 trabajadores en el ocio nocturno y los espectáculos. El sector acumula una caída del 29% desde el inicio de la crisis y la recaudación en espectáculos musicales del mes de septiembre de 2012 cayó un 66% con respecto al mismo mes de 2011.
Según el ministro Wert, estamos ante una situación excepcional y revisable que tiene fundamentalmente una voluntad recaudatoria. Las voces discrepantes, incluso dentro del propio partido, no han tardado en oirse. Sin ir más lejos, el presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, ha anunciado la aplicación en la comunidad de un IVA cultural del 13%: 'No vamos a permitir que se vacíen nuestros espacios culturales. Ahora es cuando más debemos apoyar todos a nuestra cultura. Y la cultura se apoya con dinero público, porque un pueblo que no apoya la cultura es un pueblo que abraza el fracaso, que olvida su esencia, que se va lentamente deshumanizando, que se lanza sin remedio hacia el abismo".
El presente se refiere ahora al pasado: Somos uno de los principales países festivaleros de Europa.
El futuro será un pretérito muy imperfecto: Éramos uno de los principales países festivaleros de Europa.
Yo iba a festivales.
¿Y tú?