Cuando uno se enfrenta a un concierto de esta banda de Barcelona, en activo desde 2007, suele salir con la sensación de que Nitch no es un grupo "normal". Su música es difícil de catalogar. Obviamente te vienen a la mente los 90, el grunge, el indie rock de la época, pero lo que atrae de sus canciones es una melancolía y una atmósfera que es difícil de definir. Sus conciertos son intensos y sin pausas. Es extraño porque sus canciones no son fáciles de recordar, son largas y no son pegadizas en el sentido en el que lo decimos normalmente, pero tienen algo misterioso que te atrapa, se te meten dentro.