Como gustarle a todo el mundo -lo que se dice a todo el mundo- no lo ha conseguido ni el jamón serrano, estos seis desvergonzados se han propuesto deleitarnos a todos esta primavera de 2010 con su primer disco de estudio: El Barranko Peleón. Un mejunje rumbero lleno de sorpresas donde no falta de nada: guitarras españolas, un bajo contundente, eléctricas bien afiladas, percusiones latinas, melodías afrodisíacas y un doble bombo que quita el hipo; todo ello bien aderezado por unas letras trabajadas y divertidas, cantadas por una voz rasgada y canalla difícil de confundir. Como no podía ser de otro modo, el nuevo trabajo llega acompañado de un directo todavía más potente y descarado, donde el grupo disfruta volcando toda su energía encima del escenario. Música todoterreno llena de energía y buen rollo, desparpajo y frescura en estado puro que no deja indiferente a nadie.
Corrían los primeros compases del 2006 cuando Jan y Richard se conocieron en una concentración popular para salvar de la especulación Can Zam, la principal zona verde de Santa Coloma de Gramenet. A la luz de unos farolillos, estos dos jovenzuelos se juntaron para tocar con sus guitarras españolas algunas versiones populares y animar así la velada a todo el que quisiera acercarse. Algo notaron que nacía en su interior, la broma de formar un grupo había empezado. Ensayando dónde pueden y tocando donde les dejan, las primeras letras no tardan en llegar. Una tarde cualquiera, algunas semanas después, Joni aparece mientras rasgan algunas notas en el Casal. Casualidad o destino, justamente acababa de comprar un cajón flamenco con algunos euros que le habían sobrado de su nueva batería y andaba buscando a alguien con quien tocarlo. En sólo unos días consiguen el primer “bolo” del grupo, todavía sin nombre, en La Fabriketa de Santa Coloma de Gramenet. Al verlos Mario, amante de la guitarra eléctrica, no puede evitar el impulso de sacar el polvo al bajo que tenía por casa y empezar a explorar nuevos sonidos. Un mes mas tarde se une Elías con su guitarra española, tras escucharlos ensayar en el local de la Colla de Draconaires. Ese algo iba creciendo poco a poco. Después de un verano movido donde no faltaron los bolos ni el apoyo de la gente, Fiti se une con sus percusiones latinas tras descomponerse el grupo en el que tocaba, aportando sabrosura y frescura a la música del grupo. Pasan algunos meses difíciles, ajustándose y sintonizándose como grupo. Joni deja definitivamente el cajón para coger la batería, su instrumento favorito, aportando más contundencia al proyecto. Ya en la primavera de 2007, Elías vuelve con más ganas que nunca tras algunos meses en barbecho, trayendo una nueva guitarra eléctrica y acompañado por nuevas melodías con sabor latino. Lo que empezaba como una broma parece que ya no lo es... ¿o sí?
Justo en marzo de ese mismo año, Los Barrankillos tocan por primera vez como grupo en el mítico bar Bien Diferentes de Torre Baró. Esa misma primavera disfrutan de su primer concierto en la Sala KGB de Barcelona. Desde entonces, más de cien conciertos en salas como Apolo, Salamandra, Razzmatazz, Mundo Caníbal, El Mercat de Tárrega o la Sala Tótem de Pamplona, en Fiestas Mayores, en casales, y en algún que otro acto de reivindicación social. Dos maquetas autoproducidas, “Al descompás” y “Kédate con el cambio”, con más de 2000 copias distribuidas y a saber cuantas descargas en Internet. Tres temas de estudio gracias al segundo puesto en El Track Vendrell '08 (“Pásame”) y al primer puesto en el festival Cortocircuit '09 (“No podemos estar así” y “El colocón”). Dos giras veraniegas por Francia. Más de un desencuentro y más de un reencuentro, cientos de horas de música, innumerables anécdotas y aventuras juntos y más ganas que nunca de seguir endulzando la vida a los demás.