La historia de Layo & Bushwacka comenzó en el año 1988, una adolescencia en la que frecuentaban las fiestas acid de Clink Street o utilizaban piezas de música clásica para desarrollar en la escena hardcore. Con su espíritu ecléctico que daba forma a sus sesiones, bien en su hogar espiritual, el londinense The End, en una playa de Brasil o en los clubs más importantes de Ibiza o Argentina. Mientras Layo modifica sin compasión sonidos y frecuencias, Bushwacka machaca el crossfade, convirtiendo el indescriptible armamento breakbeat en un compulsivo collage de cortes y ritmos.
Refugiados del underground, han pasado su tiempo apoyando el underground británico cuando los demás hacían oídos sordos. Layo Pashkin abriendo The End, un club con el propósito de descubrir nuevos valores a los vampiros nocturnos. Matthew "Bushwacka" Benjamin con su lucrativa carrera como Dj de raves, cogiendo de las nuevas corrientes del techno, tech-house, electro y breakbeat, forzándolos junto al blues, música clásica y bandas sonoras del último siglo para crear el nuevo sonido del siglo XXI.
A mediados de los 90, cuando Layo and Bushwacka comenzaron su andadura juntos, la música dance estaba en proceso de cambio. La escena hardcore de la que Matthew había sido parte integral, ahora estaba cambiando hacia el drum&bass, mientras que los nuevos híbridos, más tarde etiquetados como tech-house y breakbeat, estaban emergiendo de los clubes como el The End. Matthew había creado su propio sello, Plank records, y creaba y pinchaba lo que él mismo definía como "buena música de calidad para salir y bailar", lo que más tarde sería el estilo Bushwacka.
En 1998 Layo and Bushwacka editaron su primer disco 'Low Life', suave colección de electro, techno, underground, house y old skool breakbeat, pero filtrados a través del blues del delta y del dub reggae, creando un brillante disco de sonidos breakbeat atmosférico y downtempo. Los siguientes trabajos 'Night Works' (2002) y 'Feels Closer' (2006), muestran cómo su paleta de colores ha aumentado proporcionalmente al tamaño del lienzo utilizado. Como bien dicen los dos: "Les gustaría mucho más que el disco tuviera buenas críticas que el hecho de vender muchos discos. Algo que puedas escuchar dentro de unos años y que todavía conserve su dignidad y frescura".