"Guillamino es realmente alguien a quien hay que vigilar", escribió Gilles Peterson a raíz del lanzamiento japonés del músico barcelonés. "Lo tiene todo: soul, beats, voz, ideas ...", como ya había intuido años atrás John Peel. El maridaje entre electrónica, música negra y sonidos recogidos de todo el mundo hace de Guillamino uno de los músicos más sorprendentes e imprevisibles de la escena barcelonesa.
Es también un trotamundos de la música, capaz de implicarse en los proyectos más heterodoxos: perversiones sardanísticas, hip-hop de juguete y del de verdad, canción transoceánica, bandas sonoras histriónicas ... En resumen: Electrónica de autor. Beats escritos a mano.
Recogiendo el testigo de los discos 1 dia (2003), Somnis de llop (2005), Les minves de gener (2008) y del 12" Whip gymnastix: gimnasia a latigazos, su disco "Fang" llega con una voz llena de soul que marca el clima del disco.