Ambient de muchos quilates. Tras más de diez años de silencio, Tom Middleton y Mark Pritchard se reunen para avivar el fuego de uno de sus proyectos más legendarios, Global Communication, y revivir en directo el contenido de uno de los estandartes de la electrónica de los años noventa, el clásico álbum “76:14”. Publicado originalmente en 1994 y reeditado varias veces, el disco sigue considerándose una obra maestra del ambient, que incluso llegó a la lista que The Guardian elaboró con los mil discos que todo el mundo debería escuchar antes de morir. Una reunión muy especial.
El nombre de Global Communication –o el de algunos de sus muchos alias, como Jedi Knights, Reload o Link & E621– te puede sonar a chino o a una sombra del pasado. Pero si hacemos un repaso histórico a las muchas ramas de la música electrónica reciente, la música de Tom Middleton y Mark Pritchard se hace absolutamente imprescindible. Su importancia está a la altura de nombres como The Orb, Orbital, Leftfield o Aphex Twin, y su pase a la inmoratilidad quedó sellada con tres álbumes magistrales: el electro de “New school science” como Jedi Knights (96), “A collection of short stories” como Reload (93) y, sobre todo, “76:14” (94) como Global Communication.
Este es un disco de ambient como sólo se hicieron a comienzos de los 90, un trabajo atmosférico incomparable que no sólo ayudaba al relax y a la calma, sino que a diferencia de otros trabajos de la época –los de Pete Namlook en el sello Fax, los de The Irresistible Force en Rising High o el monumental “Lifeforms” de The Future Sound of London–, estaba tan preocupado en los ambientes como en las melodías y, por tanto, en las emociones. “76:14” es un disco capaz de transmitir alegría y tristeza a la vez que paz; no era el típico disco ambient cósmico y apalancado que algunos de los contemporáneos de Global Communication hacían por la época, y once años después de su publicación original en el sello Dedicated, sigue siendo una obra maestra de la música electrónica reciente.