Erol Alkan es un pionero de la música electrónica: supo adelantarse a su tiempo iniciando la tendencia de mezclar rock, electro, house y techno en sesiones no aptas para corazones sensibles, propias para un público hipster amante de la fiesta pura.
El residente del popular Trash Club @ The End en Londres se ha destapado como uno de los mejores DJs que se pueden ver actualmente en una cabina. Imagen, actitud y una energía demoledora avalan sus sets, en los que el rock, el electro, el house, el techno y la música disco se hacen uno. Erol se vale para esto de remixes propios y hits exclusivos para convertirse en algo así como un Larry Levan de la generación indie, sin pagar ningún peaje al estilo hype de turno.
Lo que mantiene a Erol a la vanguardia de la escena independiente es su constante devoción por el espectro musical que toca. En 2001 dio sus primeros pasos bajo el nombre de guerra de Kurtis Rush. Su alquímica fusión de George Michael y Missy Elliot resultó ser una pepita de oro para la fiesta, y así Erol se erigió como uno de los padres del “bastard pop”, junto con Soulwax o Richard X. A partir de ahí se desarrolla una prolífica carrera llena de éxitos y colaboraciones variadas, destacando también en la producción.
Ya sea tocando el último talento trash hardcore o produciendo delicados himnos de belleza espectral, una cosa es segura: la música, la música verdaderamente fértil, nunca está muy lejos de Erol Alkan, y su sonido solo puede seguir creciendo.
Dicen que inventó el mash-up (o los mix de música); también que creó la segunda oleada del French Touch tan solo con un remix del tema ‘Waters Of Nazareth’ de Justice. Incluso está trayendo de vuelta la psicodelia, ¿o era la música disco?
