Los Echo Lake son una banda que se formó finales del año 2010 cuando el guitarra Thom Hill y la cantante Linda Jarvis coinciden en una escuela de arte situada al sur de Londres. Él encontró en ella a la aliada perfecta para unas producciones que se miraban en el espejo de Beach Boys y Galaxie 500. En febrero de 2011 se estrenaron con el EP “Young Silence” en el sello londinense y ya en verano editaron un siete pulgadas, “Another Day”. Estos lanzamientos les sirvieron como caldo de cultivo para que la maquinaría del hype echase humo y les empezasen a salir bolos de debajo de las piedras.
Transcurridos dos años desde aquel primer encuentro y con una andadura musical que podríamos considerar recién iniciada, los Echo Lake ya han conseguido publicar su primer álbum llamado "Wild Peace" (2012), lanzamiento que por desgracia para la banda llego acompañado por el triste fallecimiento del batería Peter Hayes, uno de los músicos que venia acompañando habitualmente al dúo.
Su primer disco ha sido una de las sorpresas para la prensa especializada, no porque su sonido aporte algo especialmente nuevo, si no porque su música utiliza una receta musical cuyos ingredientes no son los más habituales: se pone en una coctelera una parte de Beach House y una de guitarras a lo The Jesus And Mary Chain, se añade una pizca de Cocteau Twins, se agita bien durante un par de minutos y se sirve junto a las deliciosas armonías vocales de Linda Jarvis; un riquísimo cóctel que lleva el shoegaze y el dream pop un paso más allá creando paisajes sonoros muy próximos a la música ambiental.
