The Destroyed Room comienza a principios del 2009 en Barcelona. En tan solo dos meses ensayan y graban su primer EP, “Cringe For Two Years In...” y lo presentan por la península. Tras dos años y medio juntos, con varias giras, cuatro EP's y una cinta de rarezas a sus espaldas, en 2011 lanzan “The Huge Mistakes”, un 12" de cuatro canciones que supone una nueva evolución en el sonido de la banda, que con la incorporación de un batería fijo suena más compacta y rockera que nunca.
En marzo de 2012 sacan su primer LP, "The Magic Indian Scene" (Boston Pizza Records, 2012). El grupo explica que el disco nace de una idea: la libertad de ver el mundo con los ojos puros de la infancia, y sobre esto habla la canción que lo abre, The Magic In The Unseen -un juego fonético con el título del disco- pero van más allá. The Magic Indian Scene habla de acercarse a la música con la mirada limpia del que sigue su instinto, el resultado; un disco sincero y completo.
Sus influencias, en palabras del propio grupo son “el indie rock y el punk rock de los 90 que nos gusta a los cuatro: bandas como Superchunk, The Weakerthans o Mega City Four pero a la vez también el rock americano de toda la vida de Bruce Springsteen o Tom Petty”, que unidas al juego de palabras del mismo título nos remiten directamente a la heterogeneidad de un disco que juega con distintos registros; desde canciones que se acercan más al punk-rock, al country-folk o a lo acústico. Es un disco que supone la evolución lógica de un grupo que quiere seguir probando cosas nuevas, el sonido del que se acerca a la música sin esquemas mentales preconcebidos, con la inocencia, pero también la sabiduría, de un niño.
The Magic Indian Scene son ganas y trabajo constante. La prioridad del grupo: tocar. Su leitmotiv: la carretera. The Magic Indian Scene va intrínsecamente unido a los conciertos, es en ellos donde las canciones acaban de cobrar su sentido primero. Las canciones nacen y mueren en el directo, un ritual que The Destroyed Room venera por encima de prejuicios y escuelas. Es algo que hay que ver y sobre todo sentir.