Hay quien dice que en la música de baile todos los caminos acaban confluyendo en el house. Si nos atenemos al aporte de Derrick Carter puede que tal afirmación no desmerezca en absoluto.
Él es uno de los clásicos del género, un productor infatigable que desde los ochenta, y empapado de la esencia del sonido de Chicago, ha ido entregando rotundas grabaciones en las que el house se ha dejado mecer por el old skool, el soul, el techno o el jazz sin perder su seña de identidad. Losoul, Tiefschwarz, Dj Sneak o Blaze le admiran sin disimulo. Por algo será