Cuando Brittany Howard tenía nueve años, su hermana mayor, de 13, murió de un agresivo cáncer ocular que Brittany sufrió también. Jaime fue su gran inspiración: cantaba, componía y trasmitió a su hermana la fascinación por la música y la poesía. Más de 20 años después, la ex-vocalista de los Alabama Shakes, decidió dedicarle un disco de debut de profundas raíces, un viaje de expiación en el que alza una voz espiritual, vitalista, furiosa y melancólica, para tratar temas como la enfermedad, la pérdida o el lugar de una mujer racial y lesbiana en un pequeño pueblo del sur de América, pero también temas como el amor, la esperanza y el sexo, entre la sensualidad de Al Green y el desgarro de Nina Simone.