Ben Frost, reputado artista australiano de electrónica experimental afincado en Islandia, dirige óperas y compone para piezas de teatro, danza, artes visuales o cine. En 2006 publica el álbum "Theory of Machines", con el cual demuestra una particular aproximación a la música generada por computadora, aportando a este género una dimensión emocional llena de melancolía y belleza. Se le alinea con la corriente post-minimalista contemporánea, que defiende sobre el escenario con guitarra y un arsenal de drones de los que hielan el corazón.