Allen Stone es parte de la última oleada de soul retro norteamericana a la que también pertenecen Alabama Shakes y Mayer Hawthorne. Sin duda, este joven, de 25 años, marca la diferencia con respecto a los otros dos. Posee una apariencia que nada tiene que ver con la pulcritud de los clásicos crooners del soul y el R&B. Pronto, uno se da cuenta de que la imagen estrafalaria de Stone es una simple distracción del factor más importante: su voz.
Como muchos artistas soul, en su formación musical ha estado muy presente el góspel. En su caso, fue criado en una iglesia de una pena pequeña localidad del estado de Washington, al noroeste de EE.UU., donde su padre es pastor.
Sin embargo, su estilo se asocia al de Stevie Wonder, Marvin Gaye o Donny Hathaway, más preocupados por lo que estaba pasando en el mundo que dentro de sus habitaciones. También Allen Stone lo deja claro en su homónimo segundo disco, publicado hace dos otoños. En “Sleep” nos habla de su intento por cambiar el mundo actual, no a través del whisky o la marihuana, sino de su guitarra. Cierra el repertorio de su álbum, “Unaware”, un retrato de la crisis económica disfrazada de balada. El videoclip de este tema fue grabado en el salón de la casa de su madre en directo, una prueba más de que la peculiaridad de este músico no tiene límites. ("Life is a Mistake")