Después de darnos una vuelta por Viveiro y gozar de la gastronomía gallega, volvimos al recinto del festival a tiempo de ver a los suecos Vildhjarta. Su estilo se enmarca dentro de lo conocido como djent, una especie de metal progresivo extremo impulsado principalmente por otros suecos: Meshuggah.

Después de unos pocos minutos, y viendo que la propuesta del grupo no nos decía nada, decidimos visitar la zona VIP/Prensa, un pequeño recinto donde podías tomarte algo o comer mientras echabas un vistazo a las fotos que tenías en la cámara o simplemente descansabas un poco. También había una pequeña carpa para hacer entrevistas con una sala donde los medios podían trabajar con la información obtenida. Además tenía su puntillo codearte con los músicos e incluso charlar con ellos mientras te tomabas una cerveza.

Eran casi las 19:00 cuando decidimos acercarnos al escenario grande o Main Stage para ver a la mítica banda punk G.B.H. En esta ocasión sí puedo decir que disfruté del concierto. "State Executioner", "Alcohol" , "City Baby Attacked By Rats" y la actitud punk old school de la banda me hizo meterme a fondo en el show. El punk está lejos de estar muerto, amigos.

Primera visita de la jornada también al escenario pequeño o Ritual Stage, para gozar con una de las sorpresas del día y del festival: la banda de Ohio, Skeletonwitch. Thrash puro y duro aderezado con la diabólica voz de Chance Garnette, un cantante que por su indumentaria, actitud y voz podría estar al frente de un grupo de black metal. Comenzaron con "I Am Of Death (Hell Has Arrived)", tercer tema de su último disco que dejaba entrever lo que se nos venía encima. Siguieron con "From a Cloudless Sky" y "Burned From Bone", mientras su vocalista no paraba de moverse de un lado a otro, trepando incluso por las torres de sonido del escenario. El setlist se centró sobre todo en "Serpents Unleashed", su último trabajo, aunque también rescataron algunos temas de discos anteriores como "Of Ash And Torment", "Repulsive Salvation", "Beyond The Permafrost" o "Stand Fight And Die". Destacar también el llenazo absoluto de la carpa (que en muchos conciertos estuvo repleta, pero en ninguno como en esta ocasión) con un público completamente entregado. Así sí.

Una vez terminado el concierto de Skeletonwitch, nos fuimos al escenario mediano o Chaos Stage, donde Bane acababan de empezar a tocar. Hardcore punk, creo que es la definición más acertada para la música que practican estos cinco tipos procedentes de Massachusetts. La gente, con la cara tapada por pañuelos a causa de la polvareda que se levantaba, no dejó de celebrar temas clásicos del grupo como "Swamp Song" o "Ante Up" con un interminable circle pit y haciendo mosh desde las vallas que separan al respetable del escenario. A mí, como la mayoría de grupos de este estilo, me dejaron más bien frío pero sirvieron como pasatiempo mientras esperábamos a que empezara el siguiente concierto.

Queríamos coger un buen sitio para Down, pero nos picaba la curiosidad por ver cómo lo hacían Suffocation sobre las tablas. No estuvimos mucho tiempo, pero sí el suficiente para disfrutar de piezas como "Catatonia" o" Effigy Of The Forgotten" y cerciorarnos de que son unas auténticas bestias del brutal death metal.

Ahora sí. Llegaba la hora del concierto de Down, para mí las estrellas del festival, y la excitación era máxima. Soy muy, muy fan de estos tipos y tenía miedo de que mis expectativas fuesen excesivamente grandes, pero no me defraudaron en absoluto. Abrieron con "Eyes Of The South", para atacar después sus gloriosos Ep's con "We Knew Him Well", "Hogshead/Dogshead" y la aclamada "Witchtripper"; les siguió "Lifer", dedicado, como no, al tristemente desaparecido Dimebag Darrell; "Lysergik Funeral Procession", "Hail The Leaf" y la brutal "Conjure", precedieron a la no menos brutal "Losing All", la archiconocida "Stone The Crow" y "Bury Me In Smoke", que sirvió de punto y final a un concierto que se me pasó en un suspiro. Qué carisma, qué tablas sobre el escenario... qué grandes.

Los grupos que tocaban a continuación no nos interesaban, así que nos dimos una vuelta por los típicos puestos del mercadillo donde podías comprar desde camisetas, gorras, cd's y vinilos hasta los imprescindibles pañuelos y mascarillas que servían a los habituales del pogo y el circle pit para paliar los efectos de las polvaredas.

Después de darle un rápido vistazo a todo y como a esas horas empezábamos a notar los efectos del cansancio, decidimos alejarnos de la multitud que esperaba el comienzo del concierto de NOFX, y volvimos a la zona VIP/Prensa a descansar un poco y a charlar sobre todo lo que habíamos visto hasta el momento. Como el Main Stage estaba justo al lado del lugar donde nos encontrábamos pudimos escuchar perfectamente el concierto de la mítica banda punk californiana mientras nos tomábamos unas cervezas. El setlist de veinte temas incluyó muchos de sus cortes más emblemáticos como "Dinosaurs Till We Die", "We Called It America", "Leave It Alone", "Bob" y "Sticking In My Eye", así como una versión de Rancid: "Radio". Sin lugar a dudas fueron unos de los vencedores del festival.

Los siguientes en tocar, esta vez en el Chaos Stage, eran la banda de black metal sueca Watain. Y digo black metal por decir algo, porque aquellos señores que salieron a escena no tenían ni puta idea de lo que significan esas dos palabras. Muchas cruces invertidas, llamaradas y tal pero nada de nada. El rollo satánico ya no le da miedo a nadie, pero lo mínimo que tiene que tener este tipo de grupos es un poco de actitud, que por lo menos te impongan cuando están subidos al escenario. Estos tipos carecían de todo eso y parecían más bien una caricatura de todas aquellas míticas bandas surgidas a principios de los 90's.

El mal sabor de boca se compensó con los legendarios Sick of It All, cuyo característico estilo mezcla con maestría el hardcore, el punk y el metal. Brutales de principio a fin, descargaron toda su rabia en forma de un setlist que incluyó canciones como "Death Or Jail", "Uprising Nation", "World Full Of Hate", "Take The Night Off", "Scrach The Surface" o "Step Down" que cerró su actuación. Brutal también la respuesta del público que no paró ni un segundo, ya fuera con el circle pit, el mosh o el crowdsurfing. Yo mismo temí por mi integridad física cuando las patadas voladoras no cesaban de pasar a escasos centímetros de mi cara. En otros tiempos me hubiese metido en medio de todo aquel caos, pero por lo visto debo de estar haciéndome viejo. Anyway, como diría un famoso torero: im-presionante.

Una vez finalizado el concierto pusimos rumbo al hotel del todo satisfechos. La jornada había sido inolvidable.
19/08/2014
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